Los medios y el plan Bukele
Hace unos años, si no me equivoco en el gobierno del presidente Ollanta Humala, el hoy embajador Juan Jiménez Mayor declaró que la inseguridad ciudadana era una percepción fundada en la cobertura que los medios de comunicación le daban al tema de la delincuencia.
Cualquier comunicador o periodista que haya trabajado en un canal de televisión y específicamente en un programa de noticias sabe que “la sangre vende”.
No hay vuelta que darle. ¿Que soy una exagerada?, compruébelo usted mismo. Prenda el televisor a las seis de la mañana y únicamente tendrá frente a sus ojos robos, asesinatos, agresiones, violaciones etc.
No hace mucho un reconocido y querido periodista con años de trayectoria en la conducción de noticieros, sugirió bajar la cantidad de cobertura de “policiales” (en argot periodístico) en los programas de noticias mañaneros. Sin suerte, le recordaron que “la sangre” vende. Los noticieros suben el rating cuando en sus programas incluyen violencia y delincuencia, y por el contrario no consiguen audiencia suficiente para alcanzar las metas de ventas, si las evitan.
Por favor, NO estoy insinuando que la delincuencia no nos esté respirando en la nuca en el día a día, lo que trato de decir es que efectivamente los medios exponen a diario esta realidad, por lo cual, son conscientes de la gravedad de la situación. Llego entonces al punto de Bukele.
Con motivo de la desesperación de los ciudadanos de determinados distritos de Lima, donde la calle es una selva y la vida no vale nada, sus alcaldes sugirieron un plan “parecido” al que el Presidente Nayib Bukele de El Salvador había puesto en marcha para eliminar de la sociedad a las terribles “maras salvatruchas”. En ese momento, salieron los “caviares y distraídos” a gritar que el plan Bukele viola los derechos humanos y que no es apta para nuestro país. Son los mismos defensores y distraídos del ayer.
No es la defensa de los derechos de los delincuentes, ni las posibles injusticias en la estrategia para librar al Perú de la delincuencia lo que les preocupa, los comunista-caviares-zurdos-progres ven “una posibilidad de negocio” en cualquier intento de defender la paz en la vida de los ciudadanos. Este negocio son las denuncias, juicios, exposición mediática, apoyo de la justicia supra nacional, etc., etc. Sucedió con el terrorismo, sucede hoy con la delincuencia, que es la nueva amenaza nacional.
Para cerrar el hilo de mi opinión, los medios saben que existe el problema, lo exponen diariamente, sin embargo, las voces generalizadas de los periodistas hacen eco a la cantaleta caviar de la “violación a los derechos humanos”.
Señores periodistas, qué tal si a partir de hoy en sus análisis y opiniones, nos dan alguna luz de como solucionar el problema, es decir: ¿cómo podríamos mejorar este plan Bukele para no incidir en injusticias y violaciones de derechos?, ¿cómo hacer para que los principales perjudicados (víctimas de la delincuencia) tengan voz en sus programas y junto a la decisión política puedan vivir en paz? Es muy fácil satanizar desde un set de televisión o cabina de radio, los esfuerzos que hacen los alcaldes por proteger a sus vecinos; más aún, si dichos periodistas solo transitan por Miraflores, San Isidro, Surco, etc.
Decídanse, o apoyan al Perú en su lucha por la pacificación ciudadana, o se suman al coro caviar que únicamente busca cobrar a fin de mes.
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