Los políticos farsantes de ayer, hoy y de siempre

A lo largo de varias décadas los peruanos hemos presenciado distintas formas, manifestaciones o prácticas que han ido moldeando la cultura política peruana, una de ellas ha sido la simulación política, vivir una democracia de ficción, un remedo de democracia a la peruana, un demócrata llamado Abraham Lincoln la definió como “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, en el Perú estamos a años luz de esa definición y paradigma democrático.

Lo que vemos hoy en día en la praxis política peruana es la infección agresiva y propagada de una indetenible metástasis de politiquería astuta y ramplona, practicada groseramente en el Perú, engullendo el raciocinio sano de los peruanos, se ha perdido la capacidad de defensa y repudio contra los politiqueros patrañeros e impostores disfrazados de “representantes truchos del pueblo” y que seducen el respaldo de una sociedad arrodillada y mentalmente encorsetada, predispuesta a que la embauquen y pisoteen nuevamente, un ejemplo infeliz es lo que acaba de hacer el Congreso y sus parásitos que viven a expensas de sus jugosos sueldos y lobbies lucrativos, estos sátrapas han votado por el retorno a la bicameralidad y por la reforma que restablece la reelección parlamentaria, pese a que en el 2018, el 80% de los peruanos marcó el ‘NO’ por el regreso al sistema bicameral, simplemente se sentaron en la voluntad ciudadana y simularon ser las mujeres y hombres del pueblo, unos verdaderos miserables.
Otro de esos simuladores, un experto en el arte del engaño y la mentira es Martín Vizcarra Cornejo, alias “el lagarto”, es un ejemplo clásico del politiquero embustero y experto en la manipulación, coherente con el cinismo con el que opera su cerebro reptilesco, cuando usa la plataforma de TikTok su simulación persigue que su artimaña sea eficaz, el necesita que usted le crea, que vive humildemente en condiciones austeras, como cualquier peruano sencillo en su vivir, tome en cuenta lo siguiente, este farsante fue denunciado por tener 26 inmuebles de su propiedad, que son los que se conocen gracias a su “mandato rentable” de Moquegua, se puede imaginar todo lo que ha acumulado desde Chincheros, la Presidencia de la República, el COVID, la operación corrupta de las vacunas chinas y tantos aprovechamientos ilícitos que debieron ir a su bolsillo, pero regresemos, él usa este arte del engaño, se especializa en pulir sus simulaciones mordaces, busca que usted se trague el cuento de que él es del pueblo y si usted cae en su trampa está siendo con su consentimiento manipulado y cómplice de este chantajista y mitómano profesional.

Esta peligrosa simulación política que se ve en el Perú es una práctica mañosa por parte de estos embaucadores, convertida en una destreza extendida y practicada por muchos politiqueros peruanos, utilizan diferentes máscaras de representación ante los ciudadanos, se están convirtiendo en una reproducción despreciable para disfrazar y someter a los peruanos que lamentablemente conviven con toneladas de ingenuidad o de estupidez, sino pregúntenle a Antauro Humala.

Los simuladores de Salas Arenas y Corvetto Salinas aparentan ser funcionarios impolutos en el JNE y la ONPE, ellos saben que son unas auténticas lagartijas monitoreadas desde el estanque de su reptil, el único antídoto que evitará procesos amañados, será el pueblo peruano, indignado y corajudo frente al engaño.

He dicho.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.