Los políticos peruanos y el enjuague del poder

Según Aristóteles, quienes tenían las mejores flautas eran los mejores flautistas, una manera de recompensarlos por su virtud musical y su talento forjado en la intensa y sacrificada práctica alcanzando logros extraordinarios, hoy podríamos exigir que en la política peruana sea así, los ciudadanos más talentosos y decentes deberían ser quienes accedan a los cargos más importantes del poder y de gobierno, Platón y Aristóteles lo tenían muy claro, decían que el político tiene que ser digno y virtuoso, conocedor y destacado en aquellas habilidades que lo diferencien de los demás, porque un indecente e indocto en el pináculo del poder simplemente destruiría todo lo que tendría que gobernar, experiencia en esa clase de políticos fracasados y bribones nos sobran.
Hay una pregunta que se está pudriendo por dentro. ¿Qué dejamos de hacer los peruanos para que los políticos despreciables en el poder aprendieran a pisotear la voluntad soberana de nuestro pueblo, de qué tamaño ha sido su insolencia para aprovecharse de nuestra carencia de dignidad y escupirnos en la cara su miseria humana desde el lugar privilegiado donde los pusimos nosotros? ¿Qué cálculo petulante, procaz y adormecedor proviene de las entrañas de su praxis política cínica y corrompida, cómo han logrado estupidizar y narcotizar la conciencia nacional para empaparnos con su hemorragia de corruptelas y lobbies con los que continúan saqueando los exiguos recursos de los ancianos, las viudas, los huérfanos, los indigentes y los más necesitados del país?
La actual clase política peruana está apareada de un descaro e indolencia, una conchudez y aprovechamiento sinvergüenza sin precedentes, esta cofradía de políticos ya ha aprendido a succionar tu capacidad de indignación y repudio ante sus alevosías, han perfeccionado la maña de aconchabarse groseramente para incrementar las ventajas de camuflarse con su manto repugnante de impunidad.

Un botón de muestra incalificable de acuerdo con lo señalado de la podredumbre de los políticos; ustedes lo conocen, es un canalla inocultable, un mitómano infiel, reptilesco y camaleónico, el lagarto Martín Vizcarra, hoy disfrazado con una nueva máscara farisea diseñada por el asesoramiento contratado y desesperado de sus Marketeros Políticos, qué pretende Vizcarra con esta lavada de cara de la sangre de 300,000 peruanos que murieron por el COVID 19, hay que recordar y nunca olvidar que miles de esas muertes fueron por las negociaciones homicidas con los chinos que caminaron a la velocidad de un cortejo fúnebre, la “contraprestación” aseguró el monopolio de las vacunas chinas, la pregunta para los deudos y millones de peruanos es de cuánto habrá sido esa “coimisión asesina”.
Entonces, qué pretende ahora el reptil de Martín, es lograr un nuevo reposicionamiento usando las redes sociales, aplicando abundante maquillaje político para ocultar sus escamas de la corrupción, graba en locaciones embusteramente casuales y espontáneas, es un político cínico, enmascarado en escenificaciones domésticas, el objetivo es esconder sus fauces de depredador y verlo readmitido por usuarios amnésicos que inevitablemente serán devorados por el cuajo de este delincuente de suavizar y endulzar su pasado genocida y corrupto.
He dicho.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.