Los sembradores de odio
Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura, arremetió contra ese impresentable mandatario del Perú, Pedro Castillo, delineando sus limitaciones. ¡Más propiamente sus carencias cognitivas y personales! Fundamentaba su comprensible indignación diciendo que un país con vasta cultura como Perú, esté gobernado por un sujeto que ni siquiera sabe utilizar bien el idioma español, y quien transpira una atroz incultura. Por cierto, Castillo está acusado de plagiar su tesis; delito en que habría incurrido para aprobar el cargo de Magíster en Educación, indispensable para enseñar en la escuela estatal. Una universidad propiedad de César Acuña, politicastro dizque opositor; aunque funciona como gobiernista y amigo de larga data de Castillo. Acuña convalidó esa tesis, en connivencia con una dama de altas cualidades personales y académicas, como Beatriz Merino Lucero, presidenta ejecutiva del potentado consorcio universitario César Vallejo, propiedad del citado Acuña. Ambos se oponen a exhibir la “tesis” de Castillo y la de su esposa, “ensayos” que, según Panorama, insigne programa periodístico de investigación, contienen el menos 43% de textos preexistentes, que los Castillo no han citado como fuente, sin dar razón alguna.
Al menos uno de ellos ha sido copiado, calcado, plagiado de manera descarada y groserísima, por quien ahora ocupa la jefatura de Estado del Perú, gracias a una elección muy seriamente cuestionada en su tiempo, y hoy otra vez puesta en duda. El argumento de MVLL, respecto a la elección de Castillo, es que “los peruanos se equivocaron al votar por Castillo”. Hasta aquí el relato de los hechos.
Incuestionablemente puede -y debe- haber gente que erró al votar. Recordemos que la sociedad peruana contemporánea es producto de una enseñanza calamitosa, que impuso el golpista pro-cubano Velasco Alvarado cuando encargó al comunismo dirigir la enseñanza estatal creando el Sutep, encomendándole su manejo al profesorado marxista instalado en el gremio Educación vía ideólogos rojos, luego mimetizados con los caviares. La enseñanza escolar peruana -también la universitaria- contiene más de 50% de ideologización. El resto responde a una infame docencia sobre cursos elementales dictados por muy mediocres leninistas, trotskistas, etc. Pero, señor Vargas Llosa.
Esa mayoría de peruanos que usted sostiene votaron “equivocados”, en rigor lo hicieron INDUCIDOS por líderes de opinión, como es usted. Incitados por aquellos caviares que jamás perdonarán su fiasco electoral de 1990. Gente que enjuaga sus penas bañando de bilis a generación tras generación de jóvenes y mayores, envenenándoles las mentes con ese exitoso blasón embadurnador de mugre, llamado antifujimorismo. En el colmo de su demencia, ustedes obligaron a “los peruanos de bien” a votar por Castillo, antes que por quien denominaban ”la hija del mayor dictador, asesino, ladrón, etc., que ha tenido nuestro país”, a quien otro reo procesado por robarle al Estado, apellidado Kuczynski, para quedar bien con usted y con la mafia caviar le espetó, sin mirarse en el espejo, “hija de ladrón será siempre ladrona”.
Es tarde para encuadrar el retrovisor, señor Vargas Llosa. Resulta inconmensurable el perjuicio que ustedes han causado al Perú con su implacable prédica de odio y rencor durante 30 años.
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