Los tres jinetes del capitalismo
En el continente americano, marcado por crisis económicas, polarización política y descontento social, tres figuras emergen como líderes de una nueva era: Javier Milei en Argentina, Nayib Bukele en El Salvador y Donald Trump en Estados Unidos. Aclamados por sus seguidores como salvadores ante las malas gestiones de los gobiernos anteriores, también enfrentan críticas como populistas peligrosos. Estos líderes comparten un enfoque radical y directo que promete “liberar” al capitalismo de las ataduras del pasado.
Bukele, presidente de El Salvador, ha sido reconocido por reducir drásticamente la criminalidad en un país que antes tenía las cifras más altas de Centroamérica. A través de su política de “mano dura” contra las pandillas, ha logrado atraer turismo e inversión extranjera, mientras obtiene reconocimiento internacional. Sin embargo, su enfoque ha implicado violaciones de derechos humanos, según organismos internacionales, y con el control total de la Asamblea Legislativa en 2024, es visto como dictador.
Por su parte, Milei asumió el poder en Argentina en un contexto de grave crisis económica y política, con un gasto público superior al 40% del PBI, muy por encima de otros países de la región. Argentina enfrentaba una caída en la inversión desde 2008, aumento de la pobreza desde 2012 y una disminución de los salarios desde 2015. Ante esta situación, Milei se vio obligado a reducir ministerios y obras públicas. Sus planes, sin embargo, generan dudas sobre su viabilidad y su impacto en los sectores más vulnerables de la sociedad.
En Estados Unidos, Trump, tras ganar las elecciones de 2024, se compromete a resolver el conflicto en Medio Oriente, un tema que se agravó por la falta de acción del gobierno anterior. Durante su primer mandato, Trump adoptó una postura firme, retirándose del acuerdo nuclear con Irán y respaldando a Israel, lo que generó tensiones. En su nuevo mandato, busca un enfoque más activo para estabilizar la región, incluyendo la deportación de inmigrantes indocumentados y el aumento de tropas a sus fronteras.
Los tres líderes – Milei, Bukele y Trump – reflejan una tendencia global hacia el liderazgo populista y autoritario, prometiendo restaurar el orden y el progreso económico mediante medidas drásticas. Si bien son vistos como figuras de cambio por sus seguidores, sus enfoques despiertan preocupaciones sobre el futuro de la democracia, los derechos humanos y la estabilidad económica. Mientras los logros de Bukele en El Salvador son aplaudidos, las tácticas empleadas en su lucha contra el crimen plantean dilemas éticos y de gobernabilidad. Milei y Trump, con sus visiones radicales, podrían generar tanto avances como retrocesos, dependiendo de cómo se implementen. Finalmente, la pregunta no es si sus políticas funcionarán a corto plazo, sino si sus modelos de liderazgo pueden sostenerse sin sacrificar los principios democráticos esenciales.
Por Ian D. Paredes
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