Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas

Cada 26 de junio, el mundo conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. Esta fecha fue establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución 42/112 del 7 de diciembre de 1987, como una muestra de determinación para reforzar la cooperación internacional frente a este grave problema.
A lo largo de los años, personas, comunidades y organizaciones se han sumado a esta causa para sensibilizar sobre el impacto destructivo de las drogas en la sociedad. El panorama mundial es alarmante: según la UNODC, más de 284 millones de personas entre 15 y 64 años consumieron drogas en 2020, un aumento del 26 % respecto a 2010. De ellos, cerca de 39 millones sufren trastornos relacionados con el consumo.
En el caso de Perú, el problema no es menor: el país se mantiene como uno de los principales productores de hoja de coca, presenta una prevalencia del 0.96 % en el consumo de cocaína en adultos y 0.18 % para opiáceos. En Lima, la prevalencia de uso de cocaína alcanza el 5.1 %. Además, la falta de recursos, tratamientos y servicios de salud mental agrava la situación para quienes necesitan apoyo.
Para combatir eficazmente este flagelo es necesario adoptar un enfoque basado en evidencia científica, centrado en la prevención y el tratamiento. El lema de este año, “La evidencia es clara: debemos invertir en prevención”, resalta la importancia de fortalecer pilares clave como la justicia, la educación, la salud pública y el acceso a medios de vida alternativos para romper el ciclo de drogadicción y crimen organizado.
Diversos actores sociales cumplen un rol fundamental en este esfuerzo. Profesionales de la salud mental, psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales pueden orientar a quienes atraviesan problemas de adicción. En Perú, instituciones como CEDRO ofrecen programas educativos y asesoría especializada. Asimismo, organismos internacionales como la UNODC y la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) lideran acciones globales, mientras que, a nivel local, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA) articula estrategias de prevención y desarrollo alternativo.
Adicionalmente, el Gobierno peruano refuerza su marco normativo con la Ley 32250 de enero de 2025, que endurece las sanciones por tráfico de drogas.
Este 26 de junio debe ser un punto de reflexión y acción para gobiernos, sociedad civil y ciudadanos. Es momento de reconocer que la lucha contra las drogas no se gana solo con represión, sino con prevención, educación y solidaridad. Invertir en la vida, en la salud y en oportunidades reales para todos es la vía para romper el ciclo del crimen organizado y construir comunidades libres del uso indebido de drogas.
@sandrostapleton

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