Lucha contra la corrupción por incompetentes o por estadistas

La incompetencia hace que los gobiernos incompetentes combatan la corrupción persiguiendo a los corruptos cuando la competencia recomienda que, además de lo anterior, es prioritario corregir las normas que la generan.
He escrito sobre este tema varias veces, para ser más claro voy a poner ejemplos.

El gobierno de un país exportador de 10,000 camisas al año daba cuotas diferentes a cada uno de los exportadores. Como es lógico, mientras más grande era su cuota mayor era la utilidad del camisero, en otras palabras, la utilidad de los exportadores dependía del que determinaba la cuota correspondiente a cada camisero. Esto creo corrupción porque los camiseros, para obtener más utilidades sobornaban al que determinada el tamaño de las cuotas.
El país tenía una oficina que luchaba contra la corrupción buscando al corrupto que coimeaba y al que recibía la coima, pero también determinando cual era la norma que originaba la coima, en este caso cambio el sistema de otorgar las cuotas rematando las mismas prohibiendo que se le compre camisas a otro camisero, en otras palabras, los camiseros tenían que hacer las camisas que exportaban.

Acuérdense de la norma peruana que exigía un permiso para poner lunas polarizadas en los autos, esta existía a pesar de que muchos vehículos venían con las lunas posteriores oscurecidas. Esto creo tramitadores que conseguían el permiso sin revisión alguna.

Los tramitadores cobraban S/ 1,500 por obtener el permiso para tener lunas negras en las puertas delanteras de los autos, luego, sin importar que muchos autos venían con las lunas posteriores polarizadas oscuras, se cambió la norma de manera que el permiso era necesario para los autos que tenían negra cualquiera de sus lunas. Gracias a este zafarrancho de normas aparecieron los mencionados tramitadores que, entregándole S/1,500, la copia de la tarjeta de propiedad y del DNI del propietario, obtenían el permiso oficial en 48 horas, en otras palabras este zafarrancho originó y una norma que no cumplía la razón por la que fue dictada.
Los gobiernos competentes dictan normas claras, fáciles de cumplir, de controlar, es decir, son los que producen un sistema normativo que hace difícil ser corrupto y los incompetentes gastan tiempo y dinero persiguiendo a los corruptos originados por su ineficiente normatividad.

Por ser diferentes, el esfuerzo por lograr desarrollo socioeconómico y el necesario para disminuir la corrupción, deben ir por cuerdas separadas. Digo disminuir la corrupción y no eliminarla, porque en un mundo imperfecto como el nuestro, jamás se eliminará totalmente.

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