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Lucha por el poder

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Fecha Publicación: 10/11/2020 - 20:10
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Cuando se publiquen estos borrones, el nuevo capítulo de la vacancia presidencial habrá terminado y aunque esperamos el mismo frustrado desenlace que el anterior no podemos ocultar nuestra repugnancia por la presunta responsabilidad penal por corrupción que cada día más pesa sobre el Primer Mandatario y por la que tendrá que responder a su debida hora. Preferir la estabilidad democrática e institucional no significa apañar la impunidad. Y a otra cosa.

Vaya insólito debate el que ha originado la locuaz presidenta del TC y que ha provocado que el primer vicepresidente del Congreso declare que si ella “(…) quiere fungir de abogada (…) del presidente Vizcarra, que renuncie al TC”. La madre del cordero es, cómo no, la vacancia de marras hoy peligrosamente de moda.

La titular del TC –tan polémica y directa como su padre- ha dicho en un medio escrito un par de verdades que no tendrían más repercusión que la de abrir una discusión constitucional si no fuese porque ella es la ponente de la causa en la que debe definirse y delimitar de aquí para adelante el ejercicio parlamentario de la causal de incapacidad moral permanente para remover a un jefe de Estado. Preguntada sobre la actuación de los aspirantes a “vacadores” expresó: “La verdad no quisiera calificar el comportamiento de (…) los señores congresistas; que su propia conciencia les dé la calificación”. Y, en cuanto a la motivación de la vacancia, espetó: “Es la lucha por el Poder disfrazada con un nuevo marco teórico (…), es la de siempre y será la de siempre”.

Por supuesto, las críticas han llovido de inmediato y el procurador público del Parlamento ha solicitado la inhibición de la citada magistrada por adelanto de opinión en el proceso competencial que enfrenta actualmente a los Poderes Ejecutivo y Legislativo. No sabemos cómo quedará el asunto ya que al ser improcedente la recusación dependerá de ella apartarse o no del histórico caso. Sin embargo, doña Ledesma sí tiene razón en una cosa: este instituto de vacancia se ha desnaturalizado y convertido en una lucha por el poder en el peor momento para el país. ¿O no, señores del TC? ¡Amén!