Madrid y España
El domingo pasado 200,000 españoles se congregaron en una multitudinaria manifestación en Madrid para pedir la renuncia del gobierno presidido por Pedro Sánchez. El PSOE, partido que lidera la coalición gubernamental, cuantificó la asistencia en apenas 45,000 personas y se encogió de hombros frente al clamor de sus conciudadanos para convocar nuevas elecciones. Puigdemont, quien intentó sin éxito separar Cataluña de España, ensayó una torpe explicación para justificar el supuesto fracaso de los manifestantes. Dijo que España no quiere estar unida porque la inmensa mayoría se quedó en casa. Ya no habló de Cataluña, sino de España que aspira a una milagrosa desunión solo existente en su cabeza. Eso puede llamarse oculto deseo para que prevalezca la discordia entre sus compatriotas. Mal que les pese a sus conciudadanos, Puigdemont todavía conserva la ciudadanía española a pesar de haber enarbolado la bandera de la traición.
¿Quiénes convocaron la manifestación y por qué lo hicieron? Se trató del Partido Popular (PP), hoy día liderado por Pablo Casado, sucesor de Mariano Rajoy después que fuera censurado y sustituido en la presidencia del gobierno español por Pedro Sánchez, actual líder del PSOE. Pero no solo el PP participó en la manifestación, también lo hicieron otros dos grupos políticos, Ciudadanos y Vox, liderados por Albert Rivera y Santiago Abascal respectivamente. Ciudadanos es un partido de origen catalán –precisamente de Barcelona– que luego se expandió por el resto de España. Vox nació en Andalucía con una sorprendente votación, pero los presuntos expertos políticos lo califican de extrema derecha. ¿Será que los andaluces lo son?
Estos partidos defienden la unidad de España como Nación y como Estado. El PP gobernó España con impecable trayectoria democrática con Aznar y Rajoy, e igualmente constituyó la principal fuerza opositora durante los periodos de Felipe González, hoy retirado de la política activa, y de José Luís Rodríguez Zapatero, quien condujo a España al desastre económico en la primera década del presente siglo. Tanto Gonzales como Rodríguez Zapatero son del PSOE, pero Felipe Gonzales es partidario de la unión nacional. Hoy día Rodríguez Zapatero tiene el infeliz privilegio de actuar como relacionista público de la tiranía venezolana. ¿Qué pretende Pedro Sánchez frente a los separatistas catalanes? Negociar un acuerdo con ellos a través de un relator, figura internacional de la ONU, que podría ser el principio del fin de España como Estado unido y soberano.