Maduro en su laberinto: ¡Qué espectáculo!
El proceso electoral en Venezuela es la nueva serie de suspenso, con más giros que una telenovela de las 9. Seis días después del gran estreno electoral, el Consejo Nacional Electoral (CNE), que se vanagloria de tener “el mejor sistema” comicial del universo conocido y por conocer, sigue sin publicar los resultados completos. ¡La intriga está al máximo!
La elección presidencial del domingo pasado sigue siendo la comidilla de todos, y no es para menos. Resulta que las normas del show no se han seguido al pie de la letra, y los datos oficiales son tan escasos que parecen hechos por un guionista perezoso. Dicen las malas lenguas que un “ataque cibernético” al sistema electoral es el villano de esta historia, según las autoridades.
Este giro de trama ha sido aprovechado por la oposición, que asegura tener pruebas de la derrota de Nicolás Maduro, aunque oficialmente fue declarado ganador con el 5.2 % de los votos. ¡Qué sorpresa, ¿verdad?!
El CNE, con Elvis Amoroso a la cabeza, ha denunciado un hackeo desde Macedonia del Norte, que según ellos, retrasó el conteo de votos. Amoroso, con toda la seriedad del mundo, afirmó que los resultados eran irreversibles, a pesar de que faltaban más de dos millones de sufragios por contar. ¡Qué detallito sin importancia! Según el CNE, el candidato opositor Edmundo González Urrutia quedó a solo 704,114 votos de Maduro.
Tras el primer boletín, el silencio oficial ha sido tan estruendoso que ni una pinza podría hacer más ruido. No hay más información, y las autoridades electorales han cancelado sus presentaciones públicas. ¡Ni los magos revelan tan poco sus trucos! La web del CNE también desapareció, como por arte de magia, poniendo otro obstáculo en el camino de la transparencia.
Mientras tanto, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la estrella de la oposición, creó una página web donde publicó el “81 %” de las actas, proclamando a González Urrutia como el verdadero ganador con 7,1 millones de votos.
¡Toda una telenovela con su propio canal de noticias! Miles de venezolanos han verificado estos resultados sin encontrar inconsistencias, fortaleciendo la teoría de la oposición sobre el fraude electoral.
El Centro Carter, ese observador internacional que siempre es bienvenido a las fiestas electorales, criticó el proceso, diciendo que no cumplió con los estándares internacionales de integridad electoral. ¡Uy, qué fuerte! El chavismo, que siempre ha tenido al Centro Carter en un pedestal, ahora debe estar buscando una nueva figura de autoridad que los respalde.
Las protestas “contra el fraude” en varias regiones del país ya han dejado, al menos, 11 muertos. Maduro, en un intento de legitimar su reelección en medio de la crisis de credibilidad, acudió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para pedir un recurso de amparo. ¡Nada como recurrir al TSJ para darle un toque de drama legal a la historia!
Desde el palacio presidencial, Maduro denuncia un golpe de Estado en su contra, mientras cada día crecen los pedidos de transparencia, incluso de gobiernos aliados como Brasil y Colombia.
La ONU, la UE y varios países piden a gritos la publicación total de los resultados y defienden el derecho a manifestarse pacíficamente, mientras el gobierno venezolano ve las protestas como parte de un plan desestabilizador.
En fin, la falta de transparencia y la demora en la publicación de los resultados completos han convertido esta elección en un auténtico thriller político.
La comunidad internacional y la oposición interna exigen claridad y transparencia para restaurar la credibilidad del proceso democrático en el país. ¡Esperemos el próximo capítulo para ver cómo termina esta fascinante historia!
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