Mafia
El reciente atentado en Yurimaguas contra la madre de la congresista de APP Rosío Torres Salinas, quien con su voto dirimente hizo posible esta semana la admisión de la acusación constitucional contra Pedro Castillo Terrones, más que una venganza es una advertencia. El hecho consumado por la congresista es eso: un hecho consumado. No hay marcha atrás, por lo que la venganza en sí misma no es la prioridad. El mensaje es más bien una advertencia contra todos aquellos que duden de lo que esta mafia de cacos enquistada en el poder está dispuesta a hacer para quedarse.
En primer lugar, es una poderosa advertencia a la aspirante a colaboradora eficaz Karelim López. Es una advertencia contra Bruno Pacheco, el ex secretario de la presidencia que le sabe todos los secretos a Castillo y que está con la soga al cuello. Es una advertencia contra el dueño de la casa de Sarratea, Segundo Sánchez Sánchez, anfitrión de las cuchipandas de Castillo Terrones. Es una advertencia sobre todo a los cinco “niños” de Acción Popular y a otros como ellos comprados por la banda de Castillo en el Congreso. El hecho que un ex asaltante a mano armada, condenado a diez años de prisión, sea señalado como el cajero de Castillo revela la alta peligrosidad y entraña gansteril del régimen. Nadie está seguro desde ahora, después del atentado contra la madre de la congresista.
Esta advertencia también es para los periodistas, “enemigos “número” uno de esta mafia de rateros. Los cacos de Castillo y Cerrón son de extrema peligrosidad porque están contra las cuerdas, pero sobre todo porque tienen un liderazgo político y mafioso que la oposición no tiene. Sus vínculos al más alto nivel con la corrupta Zoraida Ávalos y la Junta Nacional de Justicia, así como con ciertos ámbitos de la Fiscalía y el Poder Judicial les da una ventaja perversa sobre el bien, mientras la oposición se muestra descabezada y a paso de tortuga. Se acerca el 8 de marzo y ya se hace improbable que el gabinete del alcahuete de la mafia Aníbal Torres pase el voto de confianza (aunque esto podría cambiar al haber renunciado al comunismo y a la constituyente, al darle un salvavidas de pretexto para que los “niños” de todos los pelajes voten a favor o se abstengan cerrando los ojos a la corrupción).
Esto significa que se habrá disparado la bala de plata y el Gobierno estará a distancia de tiro para cerrar el Congreso con un nuevo gabinete de choque con más cacos en su haber. Por eso es importante que la opinión pública presione y salga a la calle para hacer sentir su fuerza a los “indecisos” del Congreso. Castillo y su régimen solo tienen dos semanas para caer. De lo contrario habrá nuevas elecciones, pero para el Congreso.
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