Maldición de los caviares

Una valiente voz, entre las canteras del Tribunal Constitucional, proviene del hoy presidente del Tribunal Constitucional, Pedro Hernández, distinguido Tribuno al que la curtida periodista de EXPRESO, María Teresa García, entrevistó ayer en este diario. El testimonio revela el grado de podredumbre existente en la Fiscalía de la Nación. Leamos algunos extractos

“Usted presentó una queja contra los fiscales Domingo Pérez y Rafael Vela, y el área de Control Interno de la Fiscalía les abrió un proceso disciplinario. ¿En qué quedó este proceso?”, preguntaba la sólida periodista al tribuno Hernández. La respuesta revela el inmundo nivel del Ministerio Público peruano. “Presenté la queja el 9 de enero de 2020 por lo que había hecho Domingo Pérez el 16 de diciembre de 2019. Han transcurrido 4 años.” (Por fortuna, el plazo de prescripción se suspendió durante la pandemia por aproximadamente 3 meses). ”Entonces, la queja podría prescribir en abril de este año, porque todavía no se encuentra resuelta. La pelota está en cancha de la Autoridad Nacional de Control (del Ministerio Público). Yo no sé qué espera el jefe de esta repartición, señor Fernández Jerí, para resolver mi queja”, protesta el tribuno Hernández. Y vuelve la periodista: “¿Usted denunció que José Domingo Pérez filtró el testimonio que expuso ante el Tribunal Constitucional? La respuesta de Hernández es elocuente: “No solo eso, sino que, evidentemente, José Domingo Pérez coordinó todo el operativo con el IDL. Dos semanas antes de dar mi testimonio, yo tuve una entrevista con el IDL sobre el mismo tema, y las mismas preguntas, pero no se publicó. El IDL estuvo esperando que primero yo diera mi testimonio para cotejar lo que les había dicho a ellos con lo que declaré ante Pérez. Además, ni bien di mi declaración, Pérez dio una conferencia de prensa distorsionando lo que yo le había manifestado”. La “desinformatzia” caviar en todo su esplendor, para desacreditar el voto favorable del Tribuno en el habeas corpus de Keiko Fujimori.

Pérez calificaría al tribuno Hernández como ”gran mecenas del fujimorismo”, por presuntamente ser director de Reflexión Democrática. “Le expliqué ampliamente a Pérez que yo no era director de Reflexión Democrática; pero me presentó como mandamás de esa organización (…) Hay que exhortar a Fernández Jerí para que resuelva” –la queja de Fernández– “antes de que prescriba. Todo ese incidente fue un ataque contra mí, y contra Carlos Ramos, que había votado a favor de Keiko Fujimori. Finalmente, al también expresidente del TC Ernesto Blume le inventaron una ‘cita’ con Giulliana Loza, abogada de Keiko, confundiéndola con su esposa”.

Tras las últimas declaraciones de Jaime Villanueva, llama la atención que todavía nadie haya abierto investigación a Domingo Pérez y Gustavo Gorriti, quienes han tenido gran protagonismo en la instrumentalización, utracorrupción del sistema de la administración de justicia. Allí hay un doble estándar que necesita ser inmediato, tenazmente combatido por la Justicia peruana.

Y encima, Domingo Pérez aparece reiteradamente en las declaraciones de Jaime Villanueva, y se le permite seguir haciendo declaraciones públicas por encima del fiscal de la Nación. ¿Adónde estamos, amable lector?

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