¡Mamá! Un millón adicional de "parados": 600 mil "inactivos" y 400 mil despedidos
La reciente Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN 30/6/24) indica que, a pesar del tímido repunte económico del primer semestre bajo la gestión del ministro de Economía, José Arista, la recesión económica de cinco trimestres (IV trimestre de 2022 - IV trimestre de 2023) ha dejado como secuela un millón adicional de “parados”: 600 mil peruanos “inactivos” que se sumaron a la Población Económicamente Inactiva (PEI) y 400 mil despedidos.
El sondeo revela que la Población en Edad de Trabajar (PET) asciende a 26.2 millones (mayores de 14 años, según la OIT); sin embargo, solo el 70% pertenece a la Población Económicamente Activa (PEA), que incluye a quienes tienen empleo o están activamente buscando trabajo. El 30% restante (7.9 millones), un porcentaje alarmantemente alto en nuestro país, corresponde a la Población Económicamente Inactiva (PEI).
Aquellos que forman parte de la PEI (inactivos) son personas que no tienen empleo y tampoco buscan trabajo o no están disponibles para trabajar, como rentistas, jubilados, amas de casa, estudiantes y jóvenes que ni estudian ni trabajan (los llamados NiNis), con un subgrupo que “ni tiene ganas de trabajar” (NiNiNis). Un dato curioso de la encuesta del INEI es que, mientras la PEA creció un 0.24% (43 mil personas), la PEI aumentó un 7.1% (600 mil personas).
Por otro lado, la PEA (18.4 millones) se divide en población ocupada (17.3 millones) y población desocupada (1.1 millones), que son aquellos que se han quedado sin empleo y están buscando uno. Lo trágico de la cifra de 400 mil despedidos es que el 70% de los puestos perdidos eran “empleos adecuados” (9 millones), donde se ganaba por encima del sueldo mínimo con jornadas de más de 36 horas semanales; mientras que el 30% restante corresponde al “subempleo” (8.3 millones), caracterizado por jornadas insuficientes o ingresos por debajo del sueldo mínimo. Un mero “cachueleo” de supervivencia.
Por otro lado, el crecimiento de los puestos formales del sector privado (registrados en planillas ante la SUNAT), de los que tanto presume el presidente del BCR, Julio Velarde, que venían creciendo a una tasa del 3.5% anual (145 mil empleos), se ha desacelerado a un 1.1% (45 mil empleos), apenas superando los 4 millones. Un factor importante es la caída de empleos en el sector agrícola, como revela Gabriel Amaro, presidente de la AGAP, quien alerta: “Desde agosto de 2023 se han estado perdiendo 85 mil empleos mensuales” (13/8/24).
La famosa tasa de desempleo del 5.9%, que nos sitúa entre los países emergentes, se basa en la proporción de desocupados sobre la PEA, pero si se sumara la PEI a los desocupados y se estableciera la relación sobre la PET, el desempleo superaría el 30% (una realidad que ocultamos “sin querer queriendo”).
Finalmente, el informe también revela dos aspectos positivos: primero, la informalidad ha retrocedido un 5%, bajando del 76% al 71%, exclusivamente en el sector urbano; y segundo, el ingreso promedio nacional se ha incrementado en S/ 158, situándose en S/ 1,716. No obstante, descontando la inflación (IPC), en términos reales solo aumentó en S/ 55, mientras que en dólares disminuyó en US$ 54. Un pequeño alivio que no alcanza para el pan, y mucho menos para las galletas.
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