Marcos Trujillo, bioseguridad y Covid-19

La alarma global generada por la pandemia del coronavirus o Covid-19 nos obliga a estar mejor informados para empoderarnos más respecto de la prevención contra el contagio, pero no solo con el objetivo de amainar los efectos del mencionado virus sino para tener presente en todo momento el concepto y la importancia de la bioseguridad.

Es oportuno mencionar que en este tema el Perú puede estar orgulloso al tener no solo médicos o infectólogos de renombre sino también emprendedores y científicos que lideran en el campo de la bioseguridad, como es el caso de Marcos Trujillo Moreno, quien pone en alto el nombre de nuestro país respecto de Latinoamérica, subcontinente que batalla contra el Covid-19, entre otros virus, bacterias y gérmenes causantes de los más diversos males en el ser humano.

Pero sucede que nadie es profeta en su tierra y a veces la indiferencia permite que no se reconozca el esfuerzo, la innovación y el talento de destacados compatriotas que aportan desde la ciencia y la química, como lo hace Marcos Trujillo, fundador hace 27 años de Roker Perú, una compañía ciento por ciento peruana que viene dando dura batalla contra la contaminación y la infección generada por diversos cuerpos patógenos. No obstante, a veces tienen que aparecer este tipo de noticias, como la de una pandemia, para recién mirar a los hombres y mujeres que tienen mucho que hacer y decir en esta guerra contra los virus en general.

Pero Marcos Trujillo no solo es un emprendedor sino también un inventor en el campo de las soluciones antisépticas. Recordemos que su talento lo ha llevado a patentar una “válvula check para un circuito cerrado de bombeo de aire para un envase dispensador”, un dato frente a otros que se enmarca en el largo camino de las buenas prácticas de la manufactura y en el ISO 9001.

Curiosamente, si alguien se pregunta quién desinfecta al desinfectador, o quien esteriliza al esterilizador, sucede que ahí encontramos a los líderes peruanos que no solo contribuyen con su ciencia y su conocimiento de la química para luchar en provecho de la bioseguridad hospitalaria sino también contribuyendo en la cultura de desinfectar lo que rodea a las personas, empezando por la asepsia de manos.
De modo que la pandemia global de la que hoy todos hablan obliga a extremar la bioseguridad no solo de clínicas y hospitales, sino en las más diversas actividades del ser humano, como el desarrollado en la industria alimentaria, los restaurantes, las peluquerías, la cosmética, el transporte público, etc. Como decía el poeta Vallejo, “hermanos, hay muchísimo que hacer”, pero de cara a Latinoamérica, existe un emprendedor peruano como Marcos que está varios pasos adelante, trabajando con su inventiva junto a las autoridades sanitarias de varios países. Columna de: @RafaelRomeroVas