Mario en su Lima bohemia
Fiel a su espíritu de Capitán, hasta el último puerto, Mario Belaunde Guinassi pidió que lo cremaran y lo dejaran sobre el mar que tantas veces había navegado de lado a lado y otras sobrevolado en el Constellation, su avión preferido. Siete años después de cumplido su pedido, empieza a mostrarse nuevamente su figura de capitán y la proa de su nave. Su hijo mayor, Mario Belaunde Plenge, recupera la idea de publicar el caleidoscópico mundo en que vivió su padre y da el posible, aunque no decidido, título a la obra, La Bohemia limeña de Mario. Bohemia que se vivió en el salón de sociedad, la librería, las redacciones, el café y el bar, como el Negro Negro, centro de poesía, música y pintura. Mario recuerda que cuando Sérvulo Gutiérrez, el famoso pintor iqueño, supo que Gisela Plenge Cuglievan, su mamá, estaba en espera del primogénito, él descolgó uno de sus cuadros que tenía en exposición para regalárselo.
El objetivo del proyecto es poner en papel la vida de su padre, con los amigos, los ambientes, espacios en los que se compartió el diálogo sobre el Perú su realidad política y su arte, sus comidas, las ciudades su gente. Diálogos en que participaban muchos de los personajes cuyas ideas, juicios, acciones, obra, son frecuente referencia por la permanente validez del enunciado o lo actuado; es compartir una cercanía con personajes reconocidos como emblemáticos hacedores y testigos de un momento que ocurrido en Lima tenía, tuvo, tiene resonancia en el pensamiento, la cultura, el periodismo. Recuerdos, y anécdotas darán forma al texto en que fluirán semblanzas perfiles y retratos que llevarán al lector a cercanías de afectos en que brillan espontáneos reflejos de Lima, ciudad desde donde los protagonistas dejaron huella. De ellos hay palabras y fotografías. Ellos, estos notables peruanos, pueblan el especial paisaje de la obra emprendida por Mario Belaunde Plenge con su proyecto editorial.
Recordando a Mario hay que situarlo en 1950 con Doris Gibson y Paco Igartua, en la creación de la revista Caretas. Alegre conversador, serio lector de importantes autores, gustador del buen vino, buscador de la mejor comida, amigo de muchos amigos, Mario creó las secciones Ellos y Ellas, que aún se publica y Cocktail Party. En Caretas, Mario también redactó artículos de variado e interesante tema. El accidente aéreo en la cumbre del nevado Yerupajá fue uno de ellos. Al dejar Paco todas menos una de sus acciones de Caretas, inicia la historia de Oiga, semanario de opinión política y cultural publicado hasta hace poco. Mario estuvo en el equipo creador. Años después volvió con su sección Gourmet, una de las primeras en prensa gastronómica comentando la carta sus especialidades y variables más las características y detalles del local. Hicimos las fotos para tres de sus reportajes almuerzo en que no faltó recuerdo de sus largas travesías. Pablo Neruda, el presidente Fernando Belaunde, Guillermo Osorio, Paul Grinstein, Guillermo Ugaz, Enrique Kleisser, Mañé Checa, Carmen Sosa, Humareda, eran amigos y personajes que regresaban en su charla. Fue un interesante y grato compañero de trabajo, entretenido, gracioso conocedor de cocteles y un exigente con el magret de pato. Los recuerdos de sus lejanos primeros años con la prensa se sellaron en el gobierno del general Manuel A. Odría. Época que fortalece su amistad con Sebastián Salazar Bondy, Juan Ríos, Paco Moncloa, Alfonso Tealdo, Doris Gibson, Pepe Diez Canseco, Genaro Carnero Checa. Con ellos Sérvulo Gutiérrez, Ricardo Grau, Alberto Dávila, Springett, Enrique Kleiser, vidas, mentes creadoras y bohemias, protagonistas de las semblanzas que en el proyecto los traerían en su terreno.
Con Juan Gris Confidencial, página diaria, fue el primer cronista de la vida social limeña en Expreso. Fueron crónicas como las que publicó en Correo, El Comercio, Mundo, PM y con las de Guido Monteverde, Antipasto Gaga, en Última Hora, y los Susurros de Paco Alava en la Crónica, son hojas del cogollo de la prensa social. El espacio de Mario también puede seguirse en su paso como administrador del Hotel de Turistas de Chala, gerente de Relaciones de Minero Perú, puestos en los que actuó con su calidad y manejo de buen anfitrión.
La obra que emprendió Mario Belaunde Plenge será buen medio para llegar a esa Lima y la histórica bohemia de Mario Belaunde Guinassi.
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