Mario Vargas Llosa siempre tuvo la razón
Mario Vargas Llosa nació en Arequipa y en el ocaso brillante de su vida se ha convertido en la personalidad más importante de nuestra historia de mediados del siglo XX e inicios del XXI. La historia habla de un hombre que se convirtió en escritor, político y una figura literaria a nivel mundial.
Los peruanos tenemos a un Premio Nobel de quien presumir; pero, creo que muchos no están conscientes de ello por la posición política de nuestro escritor, en especial en la última elección presidencial en el 2021, cuya posición sorprendió a muchos y ganó el odio egoísta de algunos.
Etiquetado como un antifujimorista desde 1990, año en el que perdió las elecciones presidenciales contra Alberto Fujimori, desde entonces, en el discurso del Nobel las palabras dictadura y fujimorismo son sinónimos. ¿Cómo asimilamos que, en el 2021, Vargas Llosa pidiera a los peruanos votar por el fujimorismo? ¡Cómo es posible! Lo que para los socialistas de Twitter es una traición a la "patria", a las "ideas" y les ha generado migraña durante casi dos años se explica desde una lógica sencilla: los tiempos cambian y las personas también.
La posición de Vargas Llosa no anula las acusaciones de corrupción y dictadura que significó el gobierno de Alberto Fujimori y es poco inteligente pensar que la hija, Keiko Sofía Fujimori, vaya a cometer los mismos errores y delitos de su padre; no puedes enterrar y desenterrar un partido dos veces.
El autor de Travesuras de la niña mala, sabía lo que pasaría con el país si los comunistas apoyados por los senderistas llegaban al poder: la miseria, pobreza y corrupción habrían reinado en el país con un gobierno que pudo secuestrar nuestra democracia hasta destruirla. Definitivamente, Vargas Llosa tenía claro el panorama. A pesar de que contábamos con un Congreso de la República opositor en su mayoría -hasta la llegada de los 'Niños'-.
Debo mencionar que me sentía hasta cierto porcentaje tranquila, porque el Congreso no los dejarían destruir el país. Pero, ese era el plan. Vargas Llosa fue claro al mencionar al fujimorismo de esta elección como el mal menor.
Keiko Fujimori nunca tuvo un apoyo tan relevante como el que le obsequió Mario Vargas Llosa en esta tercera derrota, pero ello jamás significó la negación en la posición firme y clara que Alberto Fujimori fue un corrupto y delincuente.
Vargas Llosa jamás lo ha negado y lo escribe bastante claro en su columna titulada 'Asomándose al abismo', publicado el 17 de abril de 2021, en el Diario El País. En dicha columna explica las ideas de la extrema izquierda en el aspecto económico -es decir, empobrecedor- y conservador en el ámbito social: homofóbicos y machistas. Sí, los "hijos" del pueblo profundo son ampliamente machistas. ¿Se equivocó Mario Vargas Llosa? No.
Entonces, ¿por qué tanto odio y bilis en contra del peruano más reconocido en el mundo? Porque a sus años, un hombre de amplios conocimientos y sin ningún tipo de miedo o duda, le dijo a un país que el socialismo y sus variantes son ideologías fracasadas, empobrecedoras y totalitarias. Ahora lo odian por su posición y no son capaces de respetar al "enemigo" por lo que representa para nuestro país.
A los socialistas les encanta alabar y defender el éxito de su "gentita", pero odian reconocer el éxito ajeno de aquellos que generan la narrativa que el socialismo es la ideología del fracaso y la pobreza.
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