Marisol Pérez Tello, ejemplo del político canalla

Marisol Pérez Tello es esa clase de personas que jamás debe volver a participar en la política, por ser un elemento tóxico y peligroso para el país. Su currículum lo dice todo. Ciertamente, Pérez Tello reúne todas las características que identifican a los personajes tránsfugas -como de hecho es ella- que, por intereses, se ha incorporado a la corrupta cultura caviar como último recurso para continuar en política. ¡Aunque no para servir a su país, sino a aquella mafia pervertida que hace un cuarto de siglo domina todas las esferas del hoy podrido sistema jurisdiccional peruano, gracias a la influencia que ejercen las ONG sobre nuestros jueces y fiscales, a quienes, entre otras canonjías, les “financian” viajecitos, cursos y demás gollerías en el extranjero, a cambio de ponerse al servicio de la causa caviar!
Pérez Tello fue una ministra de Justicia de Kuczynski –un imputado y procesado por el affaire Odebrecht– que destituyó a la entonces procuradora Katherine Ampuero, encargada del caso Odebrecht; y a Julia Príncipe, cabeza del Consejo de Defensa Jurídica del Estado. Pérez Tello argumentó que Ampuero se había opuesto a aplicar el Decreto de Urgencia 003-2017, promovido por dicha ministra, que le permitiría a Odebrecht vender todos sus activos, proyectos y empresas propias, incluso aquellas involucradas en hechos de corrupción. Pero Ampuero solicitó una urgente medida cautelar al juez Richard Concepción Carhuancho, para impedir que Odebrecht logre vender el proyecto de la irrigación Olmos al fondo Brookfield Suez. Ante una falsa imputación de Pérez Tello, Ampuero rechazó haber recibido carta alguna remitida por el Ministerio de Justicia, siguiendo instrucciones de la ministra Tello, donde se le solicitaba “el monto aproximado de la reparación civil” (de Odebrecht), “porque hay una persona, bien natural o jurídica, interesada en comprar Olmos”. Esto ocurrió en vista de que, según Ampuero, “Pérez Tello había llegado a un acuerdo para que la venta de Olmos no vaya dirigida, previamente, a pagar la reparación civil sino, de manera directa, a los acreedores particulares (Brookfield)”.
Eso motivó que Pérez Tello cese a la procuradora Ampuero y anuncie algo que dice del extremo de su vil entraña como servidora pública, al condicionar que quien fuese a reemplazar a la destituida procuradora Ampuero “esté obligado a revertir la medida de ésta”; y, simultáneamente, a aplicar el Decreto de Urgencia que, sin duda, había promulgado Pérez Tello a efectos de favorecer a Odebrecht. Tan es así, que el hoy primer ministro, Gustavo Adrianzén, cuestionó entonces el decreto de Pérez Tello, indicando que “los problemas de hoy en día entre la relación del Estado y la empresa Odebrecht tienen su origen en aquel Decreto de Urgencia 003, el mismo que fue emitido durante la gestión de la ministra Pérez Tello”, agregando que las deficiencias en la defensa del Estado han sido aprovechadas por Odebrecht, bajo el amparo del tantas veces malhadado decreto.
Personas de la calaña de Pérez Tello jamás deberían formar parte de entidad estatal alguna, porque su prontuario lo dice todo. Recuérdelo bien al votar, amable lector.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.