Más allá del mensaje
Nuestra Constitución en su artículo 18 señala como una de las atribuciones del Presidente de la República, dirigir mensajes a la Nación, ante el Pleno del Congreso, con la instalación de la legislatura anual. En ellos, expone un balance de la situación del país, así como también propone las reformas que considere pertinentes en los diversos ámbitos, salud, educación, seguridad, vivienda, etc. Es aprobado por el Consejo de Ministros, y se realiza cada 28 de julio en el Aniversario de nuestra independencia.
El mensaje dado por la presidenta de la República, Dina Boluarte, no difiere mucho en su contenido de otros que se hayan dado en los últimos diez años. Uno de los temas centrales sigue siendo la problemática de la corrupción, tema presente y pendiente en los mensajes presidenciales y que en su momento incluso sirvió para la manipulación populista. No podemos olvidar, como en nombre de la lucha contra la corrupción, Martín Vizcarra en su mensaje a la Nación de 2018 planteó una cuestión de confianza ante el Congreso de la República para impulsar reformas políticas y constitucionales que a la larga, hemos visto su poca o nula eficiencia dejando de lado posibles reformas importantes y adoptando otras como la no reelección de congresistas, parte de la causa que nos tiene sumidos en esta crisis política sin fin.
Si bien podemos hacer diversas críticas al mensaje a la Nación de Boluarte, tanto por su extensión como por la carencia de precisiones, resaltan proyectos que potencian la iniciativa privada, la solicitud de facultades legislativas para enfrentar la inseguridad ciudadana y promoción de la infraestructura pública, propias de un gobierno de centro, que seguramente, ha sacado roncha en los que esperaban la verborrea anti empresa y pro Estado del dictador Castillo. Otro de los aciertos, ha sido plantear nuevamente el debate de la bicameralidad adoptando la idea desarrollada por la Comisión Consultiva en asuntos constitucionales recientemente conformada, de una Cámara de Diputados de mayorías y un Senado proporcional así como la elección de congresistas por distritos uninominales con la asignación de curules con criterio de mayorías absolutas como una posible salida a la actual falta de representatividad. La reforma política es vital y no podemos dejarla de lado.
Finalmente, se critica que Bolaurte haya pedido perdón a los deudos de todos los fallecidos en las protestas, no solo a los civiles sino a los policías y militares que perdieron la vida en medio de los cobarde ataques perpretados por delincuentes. Estos críticos se olvidan que en su condición de Presidenta de la República representa a la Nación y es la Jefe de Estado, en consecuencia debe asumir como suyo, el dolor de la pérdida de estas familias peruanas. Esto no quiere decir que son el Ministerio Público y el Poder Judicial las instituciones responsables de llevar a cabo las investigaciones con celeridad y eficiencia para sancionar a los responsables conforme a ley.
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