Más deuda de Petroperú, prueba ácida para presidenta

En el 2022 que está próximo a culminar, el apoyo desde la caja fiscal a Petroperu ha tenido niveles inéditos en la historia de la empresa, nada menos que 2,382 millones de dólares (MMUS$); entre préstamo, documentos cancelatorios para pagos de costos de importaciones, aumento de capital y garantías de crédito para importar. Sin embargo, van por más, están gestionando un crédito por 500 MMUS$ coordinados con la agencia italiana SACE, siendo el destino el proyecto de Modernización de Refinería Talara.

Sobre el apoyo brindado desde el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), bajo el argumento válido de garantizar el suministro de combustibles en el mercado nacional, he expresado públicamente en múltiples oportunidades que desde la petrolera y el Ejecutivo debería precisarse una cifra final sobre las necesidades financieras de la empresa, no habiendo respuesta alguna.

En estos momentos hay dos miembros de la Junta General de Accionistas, que no son ajenos al tema y que tienen que justificar el endeudamiento adicional; el Ministro de Energía y Minas, Oscar Vera y el titular del MEF, Alex Contreras. El primero, durante la gestión de Pedro Castillo ocupó el cargo de director y de Gerente de Refinería Talara, mientras que el segundo ocupó en los últimos cinco meses el cargo de viceministro de Economía.

El apoyo a la petrolera estatal con recursos del tesoro público ha sido severamente criticado por el sector de pensamiento ortodoxo de la economía que hoy apoya a la mandataria Dina Boluarte. Es de esperar que, ante este nuevo requerimiento de deuda, los críticos exijan algún condicionamiento en el manejo societario de la empresa, como la venta de hasta el 49% del accionariado que ya está legislado desde diciembre del 2013 (Ley 30130).

En economía le llamarían prueba ácida y en términos militares, hoy soporte vital del gobierno, dirán que es una “prueba de valor”, para la presidenta, ella, que ha llegado al cargo con discurso de izquierda radical y estatista por añadidura, ¿se atreverá a autorizar a un nuevo apoyo incondicional que podría significarle un retiro del apoyo del sector económico que hoy la sustenta?, ¿o cruzará el Rubicón y anunciará una privatización que nadie se atrevió en los últimos 9 años?

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