Más lectura de libros, menos pantallas

Urge que fomentemos más la lectura de libros en casa y en las escuelas y limitemos la exposición de nuestros niños y adolescentes a las pantallas azules de los celulares, tabletas y computadoras, ya que cada vez hay más estudios que advierten sobre el rápido deterioro de la visión por estar largas horas frente a estos dispositivos.
Una investigación realizada por la Fundación Lumium Ves (España), entre 2.600 niños de 3 a 6 años, desde 2014 a 2024, reveló que la exposición a las pantallas azules incide en el aumento de la miopía infantil. En el Perú, 1 de cada 3 escolares tiene discapacidad visual severa por uso excesivo de dispositivos electrónicos, según advirtió el Instituto Nacional de Oftalmología – INO.
Tengamos en cuenta que la miopía, el astigmatismo e hipermetropía en alto grado afectan los aprendizajes y el desempeño escolar, peor aún si los padres ni cuenta se dan de que sus hijos necesitan lentes con urgencia. El 30 % del fracaso escolar está relacionado con problemas visuales, según el INO, razón por la cual es muy necesario hacer chequeos preventivos de la vista cada año.
Antes de la pandemia, en 2019, la Organización Mundial de la Salud fue bien clara cuando emitió un comunicado señalando que los niños menores de dos años no deben ser expuestos a pantallas ni de televisores, celulares, computadoras o tabletas por ser perjudiciales para su visión, cerebro, desarrollo cognitivo, lenguaje, entre otros aspectos.
Sin embargo, hay padres que usan estos dispositivos como las “nanas cibernéticas” de sus pequeños hijos, abandonándolos frente a las pantallas sin saber que su hijo puede tener la visión de un anciano al llegar a la adolescencia o incluso quedarse ciego.
¡Despierta, Perú! Hoy aún estamos a tiempo de apostar más por la lectura de libros en nuestro país. Sigamos el buen ejemplo de Suecia, que decidió reactivar la educación y el aprendizaje basado en lectura de libros físicos, al darse cuenta de que el rendimiento escolar había sido afectado negativamente por la digitalización excesiva.
La lectura de libros físicos es una forma de practicar la atención plena o mindfulness, mejora la salud mental y emocional de niños y adultos. Relaja la mente, alivia el estrés, mejora la concentración y la memoria mientras se adquieren nuevos conocimientos.
Leer provoca tal satisfacción que nuestro cuerpo genera oxitocina, la hormona del amor, que contrarresta el cortisol (hormona del estrés). Así, mientras la mente se ejercita, el ritmo cardiaco y la respiración se van calmando y la tensión muscular disminuye, tal como lo probó un estudio de la Universidad de Sussex (Inglaterra).
Por su parte, la Universidad de Oxford reveló que la lectura de ficción, como cuentos o novelas, mejora el funcionamiento del cerebro, el procesamiento del lenguaje y la imaginación visual, además de reforzar la función cognitiva y la empatía. Incluso, se observó que puede ayudar en terapias de trastornos neurológicos y psiquiátricos.
Prueba durante un mes. Reemplaza las pantallas por libros de interesante contenido y verás que dormirás mejor, reducirás la ansiedad y el estrés y amanecerás de mejor ánimo. Y, de hecho, podrás enseñarles a tus hijos con el ejemplo.
¿Te imaginas si todo el Perú leyera un buen libro antes de dormir? Estoy segura de que nuestra salud mental, física, emocional y hasta económica mejoraría.
El desafío empieza hoy. ¡Bendiciones!

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