ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

¿MÁS MUJERES EN EL CONGRESO?

Fecha Publicación: 27/07/2019 - 21:10
Escucha esta nota

Una de las reformas políticas que aprobó el Congreso de la República, en su última sesión plenaria, fue la participación y alternancia de la mujer en el 45% en las listas de candidatas al Parlamento para este proceso electoral, hasta conseguir el 50% en los siguientes. Sin embargo, esta decisión tan celebrada, podría no asegurar la presencia de la mujer en la representación nacional, porque se mantiene el voto preferencial.

El voto preferencial que se implementó para las elecciones generales de 2001, permite elegir al ciudadano, el número del candidato de su preferencia en la lista que presentan los partidos políticos, es por eso que el orden de los mismos es –en la práctica- reajustado. De esta manera, podrían no ser electos los primeros lugares de la lista y si, los intermedios o los últimos.

Queda claro pues que, el paseo a la torera de parlamentarias del actual gobierno o de la izquierda para ir a abrazar y besar a las representantes del fujimorismo que habían votado por esta falacia, estaba demás. Otro gesto para las galerías que celebraba el supuesto triunfo rotundo de una de las banderas del feminismo totalitario que obliga a colocar mujeres en el 45% de las listas parlamentarias, con la remota posibilidad de ser electas.

Ahora, los partidos políticos, deben convencer a las mujeres, una gran mayoría ajena, lejana y desinteresada en la política, para que aparezcan en las listas –ya que de otra manera no podrán ser aceptadas por los organismos electorales-, hagan campaña, con el costo personal y profesional que ello implica, para ver si pueden atraer el VOTO PREFERENCIAL, porque no basta con que las coloquen en lugares preferentes en las listas de candidatos al Congreso de la República.

Para una mujer, sin ninguna duda, el costo personal de participar en una contienda electoral es mayor, porque la atención a su familia, le compromete más que al varón. Su prioridad, en la gran mayoría, estará en criar a sus hijos o cuidar a sus mayores enfermos o discapacitados, antes que participar en política en este país. Y, si lo hace, será a costa, por tanto, de un mayor sacrificio personal.

Desde un punto de vista profesional, también le supone un gran esfuerzo, ya que son pocas las organizaciones o empresas que vean con buenos ojos la participación política de sus colaboradores y, es a la mujer, a quien más trabajo le cuesta una colocación y un ascenso, peor aún si es vista bajo la desconfianza de una determinada posición política.

Sin la anulación del voto preferencial, no hay paraíso político para las mujeres en el Perú, a no ser para aquellas que están ya en la arena política de manera constante, cuyos nombres no llegan a los cinco dedos de una mano en este país. Por lo pronto, las actuales parlamentarias, no podrán participar en las próximas elecciones generales.

Es por eso que forzar la participación de nombres femeninos en las listas al Congreso, sin anular el voto preferencial, es uno de los mayores engaños que el ejecutivo y legislativo han cometido juntos y han celebrado juntos. Las mujeres que vayan a decidirse por una candidatura, deben saber que la tienen dura, porque la participación y alternancia en el 45% de una lista, no será su participación y alternancia en la participación del próximo Congreso de la República.

¡FELICES FIESTAS PATRIAS!