Matando la esperanza
El cáncer es la segunda causa de muerte en nuestro país. Son múltiples las adversidades que afrontan las familias para darles tratamiento y calidad de vida a los pacientes, porque no reciben una oportuna atención por parte del gobierno y de los sectores involucrados, se enfrentan a la indolencia de un sistema de salud colapsado. Ellos merecen ser tratados con respeto y no ser revictimizados por el poder de turno, evitando el populismo inhumano y barato, como el evidenciado por un informe periodístico emitido esta semana en el programa ‘Beto a Saber’.
Se trata de la entrega “simbólica” que hiciera el presidente Castillo, el pasado 12 de mayo, de un cheque por más de 4 mil millones de soles para financiar el Plan Nacional de Cuidados Integrales del Cáncer, conocido como Plan Esperanza. Este Plan, actualizado al 2024, cuenta con un programa presupuestal cuya asignación fue de 660 millones 870 mil 442 nuevos soles en el 2021, lo cual resulta insuficiente. Solo en los centros de atención del Instituto de Enfermedades Neoplásicas, en el 2021 la demanda se incrementó en un 40%. Contar con una cifra de 10 dígitos sería casi la respuesta a las plegarias de sus beneficiarios.
Además, la Ley Nacional Contra el Cáncer dada en agosto de 2021, no se ha terminado de implementar en sus tres disposiciones complementarias finales referidas a la gestión de la red asistencial, a contar con equipos tecnológicos de última generación y personal altamente especializado en los hospitales públicos (sobre todo en el interior del país) y el abastecimiento de medicamentos oncológicos a costos accesibles para los pacientes de escasos recursos económicos. Esta situación viene siendo advertida tanto por la Contraloría General de la República como por la Defensoría del Pueblo desde el año pasado, mediante sendos oficios que a la fecha no reciben respuesta por parte del Minsa.
Pedro Castillo no puede alegar desconocimiento de esta situación crítica, por cuanto el 13 de febrero de este año, el Presidente llama al programa sabatino del conductor Andrés Hurtado para invitar a los niños enfermos con cáncer que se encontraban en el programa en vivo, a reunirse con él. “Los espero en Palacio de Gobierno, que es la casa de todos los peruanos”, manifestó, lo que fue noticia en diferentes medios periodísticos.
Después de esa llamada, tuvo más de dos meses para hacer las gestiones y cumplir con la asignación presupuestal que iba a prometer en aquel show ante cámaras y frente a la mirada inocente de estos niños, y no lo hizo. ¿Acaso el Presidente no es el primer servidor público de la Nación, y como tal, el primer llamado a respetar y cumplir la Constitución? Si para nuestra Carta Magna la defensa de la persona y el respeto de su dignidad es el principal fin del Estado, ¿con este acto indolente no la ha vulnerado? Aunque, personalmente nunca pensé que la incapacidad moral pudiera vestirse de miseria humana.
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