Medidas antiinmigrantes nos recuerdan a Hitler

Todo gobierno que se dice democrático tiene la potestad de establecer medidas de seguridad nacional, pero siempre respetando los derechos humanos de las personas, sean compatriotas o inmigrantes. Dicho esto, resulta preocupante que en Estados Unidos se detenga a inmigrantes sin ninguna condena penal, como lo han señalado diversas organizaciones y medios de prensa internacional.
De los 185 mil inmigrantes detenidos entre octubre de 2024 y mayo de 2025, más del 90 % —es decir, más de 165 mil— no tienen condenas por delitos graves, según datos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de EE. UU., obtenidos por CNN. Incluso se ha arrestado a personas con permisos de trabajo.
Se puede entender que un gobierno no quiera tener criminales extranjeros en su país, pero si se trata de personas que llevan años trabajando y esperando su residencia, se debe respetar el debido proceso. En todo caso, se deben efectuar deportaciones de manera adecuada, sin persecuciones ni detenciones que puedan dañar su integridad física y emocional. Pensemos en los niños alejados de sus padres, hoy detenidos. El país de los sueños se está convirtiendo en su peor pesadilla.
Esto se agrava ahora que el Tribunal Supremo de EE. UU. falló a favor de la norma que impulsa el gobierno para negar la ciudadanía automática a los recién nacidos de padres sin residencia. Esta medida entrará en vigor en 30 días en los estados que no la hayan impugnado. Eso significa que las mujeres embarazadas sin residencia deberán mudarse a esos estados o regresar a sus países de origen. ¿Y si no tienen dinero para el pasaje?
Allí, las cancillerías de sus respectivos países deberían brindar apoyo humanitario. Volker Türk, alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, declaró recientemente que “la detención y expulsión de un gran número de extranjeros en Estados Unidos suscita gran preocupación por el respeto a sus derechos”. Exhortó a respetar el derecho de reunión pacífica y a evitar el uso de la fuerza militar cuando las autoridades civiles pueden mantener el orden público.
Amnistía Internacional ha señalado que se están violando los derechos humanos de inmigrantes detenidos arbitrariamente en prisiones de máxima seguridad, bajo crueles condiciones de reclusión y sin acceso a defensa legal.
Todo esto recuerda cuando Adolf Hitler inició la persecución contra los judíos en Alemania en 1933. En 1935, la Ley de Ciudadanía del Reich anuló derechos a quienes no tuvieran “sangre alemana”. También se prohibieron matrimonios entre alemanes y judíos. La violencia escaló sin freno. Entre 1933 y 1945, seis millones de judíos fueron exterminados.
Jamás permitamos que esta historia de horror se repita. Los países del mundo debemos estar unidos para evitar nuevas barbaries.
¡Despierta, Perú! ¡Bendiciones!

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