¡Medio mes no laborable!

Absolutamente intolerable que un país tercermundista, agobiado por una endémica crisis sociopolítica, ultrajado por una informalidad laboral, profesional, académica en general, abatido por una multitud de aspectos clave de la vida diaria y —seguimos hablando del Perú— desesperado por alcanzar un crecimiento económico decente, permita que la mitad del mes de diciembre sean días no laborables. Por más que allí incluyamos los cinco domingos, más las fiestas de Navidad y Año Nuevo, aquello solo abarca siete de quince días. Los demás son festivos artificiales declarados por el gobierno, sin otro motivo que pretender simpatizar con un pueblo cabreado y, de paso, justificar sus ineptitudes. Objetivo que, claramente, jamás podrán conseguir con esta suerte de majaderías.
Desde el lado de resultados, hablamos de un suicidio colectivo. Porque alentar que el Perú produzca menos —trabajando solo medio mes— es una absoluta tontería. Sin embargo, pagarle el doble o triple a los empleados por trabajar estos días feriados sí hará que, en la mayoría de los casos, acabado el mes, el empresario/emprendedor vea que su negocio perdió dinero y que el balance anual reflejará pérdida por haber hecho trabajar al personal esta impresentable cantidad de feriados artificiales.
¡Esta mona no está para tafetanes, señora presidenta y señores ministros! ¡Ustedes nunca pierden! Lo sabemos porque puntualmente reciben su jugoso sueldo; ahora, además, una grosera gratificación. Todo esto sufragado por el empresario, al que ustedes obligan a abonar el doble o el triple para que sus trabajadores laboren cada día que ustedes decidan —como los irresponsables que son— declararlos feriados.
¿De dónde cree que saldrá tanto dinero para pagar este capricho suyo, presidenta Boluarte? Si no lo sabe, ¿lo sabrá su primer ministro, Gustavo Adrianzén? ¿O acaso lo sepa alguno de sus dieciocho ministros? Es más, ¿tiene usted alguna pálida idea de dónde vendrán los aproximadamente doscientos setenta mil millones de soles que su gobierno ha fijado como gasto para el Presupuesto 2025? ¡Es hora de decirle basta, presidenta Boluarte! Usted no debe obligar a Juan Pueblo a que le pague sus caprichos, sus excentricidades y, en muchos casos, sus estupideces. Como ahora, haciendo que la mitad del mes de diciembre sean días feriados porque se le ocurrió a algún sujeto con etiqueta de ministro. ¡O tal vez haya sido usted la promotora de semejante atentado contra el equilibrio económico de nuestro —no suyo— país! Sea como fuere, repetimos: ¡ya basta, presidenta Boluarte! Usted no debe seguir jugando con el dinero ajeno, disponiendo mediante decretitos que la gente pague sus, cada vez más claras, alucinaciones de autoritarismo. ¡Todo tiene un límite! Y en este caso, presidenta Boluarte, quisiéramos que nos explique qué impacto negativo tendrán los quince días feriados que lleva diciembre, y de qué árboles saldrá el dinero para solventarlos.
Por último, cuidado que, frente a estos crecientes desvaríos del esperpento al que usted llama “mi gobierno”, pudiera llegar el día en que el ciudadano decida dejar de pagar impuestos, y usted se encuentre en un callejón sin salida.
¿Comprende o no, presidenta Boluarte?

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