Mediocridad permanente, parte II

Por Ángela Ccanto Buendía

En el momento exacto que no se tiene idea de qué hacer, qué decir y qué resultados mostrar a la población, es cuando decides colgarte de lo que otros han realizado. Pero no para mejorar, reestructurar o implementar; simplemente para dejarnos más que claro que un gobierno de izquierda es sinónimo de un asistencialismo irresponsable y mediocre. No tienen idea de cómo van a realizar lo que prometen, pero lo dicen solo porque tienen cámaras y un grupo de focas aplaudiendo.

Pensión 65 es un excelente programa social creado en octubre del 2011 por el gobierno de Ollanta Humala. Dicho programa fue una promesa de campaña que Humala cumplió a los tres meses de llegar a Palacio de Gobierno. Antes de implementarlo, el gobierno del militar que llegó al poder con el puño en alto ya tenía estudios y cifras claras de la cantidad de adultos mayores y situación de extrema pobreza de este grupo social. Es más: Pensión 65 tuvo sus raíces a finales del segundo gobierno de Alan García Pérez, con el programa piloto “Gratitud”. Este no cumplió su objetivo y Humala logró convertirlo en una promesa de campaña cumplida.

¿Qué logro tangible y reconocible ha logrado Pedro Castillo y su tropel en este primer año de desgobierno? Hagamos un repaso objetivo. A pocos días de asumir el poder -sin imaginarlo-, no podía completar su gabinete de ministros porque la izquierda no tenía cuadros técnicos.

Hizo esperar al Perú hasta las once de la noche para terminar por nombrar a solo dieciséis ministros. Después de cuatro días en el poder, empezó con los favores “chotanos”: su exministro Iber Maraví inscribió a la Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú (Fenate Perú) en el Registro de Organizaciones Sindicales. ¡Vaya! Qué gran logro para el Perú.

Continuemos, que hay mucho más. La Fiscalía de la Nación investiga a Castillo por el presunto delito de tráfico de influencias, tras presionar para lograr el ascenso de un grupo de militares. Karelim Lopez, lobista y mujer con diversos contactos de poder, ha sido una invitada especial de Palacio y de la casa en Breña, un acto de evidente corrupción que no logró la vacancia de Castillo por la falta de inteligencia de la derecha.

Hemos tenido gobiernos corruptos, todos lo han sido. ¡Qué novedad! Ahora tenemos uno corrupto y doblemente mediocre que los anteriores. Corrupción y mediocridad, la fórmula perfecta para que las focas sigan aplaudiendo y los “niños” subsistan. Lo anterior no es una defensa ni halago al gobierno de Humala; pero, por favor, no pretendan comparar al militar con el sombrero. El primero tenía ideas, el segundo solo prófugos.

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