Mensajes claros, Pedro

A una semana de cumplir un año del Gobierno de Perú Libre, aún no sabemos quién es el encargado, el responsable de lo que el presidente Pedro Castillo declara, tanto en provincia como en Lima.

Es de suma importancia saber quién permite poner a nuestro país en permanente crisis política como consecuencia de las patinadas en los discursos y declaraciones del mandatario. Quién es el responsable de su oficina de prensa e imagen.

El mandatario de una nación tiene las mismas restricciones que un rey, su vida se debe a la nación mientras ocupe el cargo, lo que habla es lo que DEBE decir, ni una palabra más, ni una menos. Cada declaración suya es analizada, juzgada y asimilada por personas que le tienen simpatía o no, por lo cual es imprescindible que tenga un guion en el cual esté claro el mensaje que necesita transmitir, para que la mayoría crea y tenga la esperanza de un futuro mejor. Punto.

Este trabajo profesional y de tiempo completo tiene que estar en manos de un asesor que permanentemente se encuentre monitoreando y hablando con el jefe de Estado sobre el contenido y conveniencia de sus declaraciones.

Esta importante práctica la tienen los mandatarios con mucha experiencia política, quienes se manejan adecuadamente ante la prensa; no es difícil pensar que con mayor razón, un mandatario sin recursos ni experiencia deberá seguir a pie juntillas las recomendaciones de su asesor de comunicación e imagen.

Los discursos agresivos, clasistas y confrontacionales que el mandatario dirige, sobre todo en sus viajes a provincia, pero también cada vez que puede en Lima, están perjudicando el avance de lo que realmente es importante en estos momentos. La dirección adecuada del país, para salir de esta gravísima crisis politica, económica y social que vivimos, complicada por los graves niveles de corrupción que son consecuencia del entorno familiar y amical del propio Presidente, del cual, diga lo que diga, es responsable, se hace evidente y urgente.

Navegamos entre la imagen de un presidente quejón, con discurso sindicalista, a uno que ante graves acusaciones de corrupción se queda mudo, titubea y hasta expresa incoherencias. Es decir, los mensajes que recibimos como ciudadanos peruanos son aquellos que nos dan la certeza de que no tenemos un líder capaz de informar las estrategias que el Gobierno se encuentra ejecutando o deberá ejecutar para que el Perú no se detenga y los peruanos más necesitados no sigan sufriendo la falta de trabajo, seguridad, salud, educación, etc.

Un país sin mensajes claros de desarrollo y de unidad no puede salir adelante. Mensajes claros, a la altura de un estratega y líder es lo que necesitamos, pero sin asesor ni humildad para dejarse asesorar, o sabiduría para dar un paso al costado, estamos perdidos.

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