Merecido homenaje a comandos
Los valientes comandos de la exitosa Operación Chavín de Huántar que hace 25 años rescataron a 72 rehenes secuestrados por terroristas del MRTA en la embajada de Japón, fueron, merecidamente, homenajeados en diversos actos públicos, con asistencia de las más altas autoridades políticas del país y miembros del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Dichos actos sirvieron, al mismo tiempo, para advertir el malestar que existe en muchos sectores que defienden la democracia y rechazan, abiertamente, las prácticas terroristas del pasado, contra aquellos a quienes consideran que desde el poder no están expresando ese rechazo con firmeza y convicción. O comulgan con las ideas que animaron a los sediciosos que lideraron Abimael Guzmán y Víctor Polay Campos.
El acto público más comentado –y que no se había visto antes– ocurrió durante la conmemoración del 25 aniversario de dicha operación militar, celebrada en la réplica de la residencia del embajador japonés, donde se produjo la acción terrorista del MRTA, comandado por Néstor Serpa Cartolini. En dicho acto de hace solo una semana, un grupo de comandos decidió no ponerse de pie al ingreso del presidente Pedro Castillo al evento, para brindarle el saludo protocolar, como se estila en estos casos, mientras que otros optaron por retirarse como expresión de protesta al mandatario. Los medios de prensa recogieron este incidente que nunca había ocurrido con mandatario alguno.
Hay, sin duda, malestar en amplios sectores de nuestra población contra algunos líderes políticos que, según denuncias existentes o legajos policiales en la lucha contra el terrorismo, proceden de esas vertientes ideológicas o del Movadef, considerada organización de fachada de los remanentes terroristas que ocasionaron mucho daño al país en más de una década de violento accionar con decenas de miles de muertes en su haber, millonarias pérdidas para el estado. Peruano, puentes, torres de alta tensión, locales públicos, comisarías, viviendas en poblados lejanos, todos destruidos por la insania de terroristas de SL y el MRTA que, por medio del terror, pretendieron instauran un modelo de sociedad distinto al que en democracia tenemos los peruanos.
En la actividad castrense llevaba a cabo en la réplica del domicilio del embajador japonés de hace 25 años, luego de concluido el evento, dos de los comandos se acercaron a la prensa portando un cartel que decía: “Cero en meritocracia, minería, economía; pero veinte en corrupción”. Uno de ellos, Jaime Cabrera, pidió la renuncia de Pedro Castillo: “No está capacitado. Es un títere de Cerrón. Que escuche bien el señor Castillo; volveríamos a dar la vida si fuera necesario”, fue como informó el diario Expreso, en esa oportunidad.
A su vez, este jueves vimos cómo el congreso de la República rindió un emotivo homenaje a los comandos Chavín de Huántar, a quienes entregaron sendos reconocimientos. La presidenta de ese poder del estado, Maricarmen Alva, presidió el acto, al que se dieron cita, igualmente, altos mandos de nuestra FFAA y parlamentarios de las distintas bancadas del parlamento, con excepción de Perú Libre, la bancada del gobierno, según destacaron los periodistas que cubrieron el acto. “La crueldad del terrorismo y el gran daño que representó para nuestro país, merece la condena de todos los peruanos. Gracias por su entrega y por todo lo que hicieron por devolverle la paz y la tranquilidad a nuestro país”, expresó la presidenta del congreso. Luego de recordar los miles de víctimas dejadas por el terrorismo, la congresista Alva sentenció: “Esas vidas valiosas que perdimos, junto a nuestros mártires civiles, policiales y militares, merecen nuestro homenaje permanente y nuestra gratitud eterna”.
Hace bien a la sociedad, especialmente para nuestros niños y jóvenes, recodar y destacar estos episodios de nuestra reciente historia, que han ocurrido en el país hace unas décadas. La democracia estuvo en peligro debido al accionar de esos grupos terroristas mediante la violencia forjada al amparo de la nocturnidad, como lo está hoy por acción de quienes, lejos de gobernar, se están dedicando a dinamitar las instituciones, desprestigiándolas frente a la opinión de una población desconcertada que no sabe hacia dónde nos lleva el gobierno. En cualquier caso, si esto que ocurre no se corrige, cualquier cosa puede pasar y la violencia puede retornar bajo formas nuevas y modalidades. Estemos atentos.
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