Mi voto como emprendedor

A pocos días de la decisión colectiva más importante del país, me es imposible no darme un espacio para poder reflexionar sobre qué es lo que, a mi criterio, más nos conviene a los peruanos para los próximos 5 años (o hasta que la oposición decidamos vacarlo).

En los últimos días he podido conversar con personas de perfiles muy distintos, cada quien con sus convicciones y argumentos, pero todos con un deseo mayúsculo de cambio total, sí, total, ya que en este minuto, no hay escenario posible que aguante defensa. La pandemia nos expuso como país, ha dejado plenamente al descubierto todas nuestras carencias como sociedad, la falta total de liderazgo moral, la tan polarizada comunicación y la nula capacidad de gestión por parte del Estado.

Es muy importante que tengamos las cosas claras para esta elección, que a diferencia de todas sus antecesoras desde hace 20 años, hoy quien asuma el liderazgo del país SÍ TOMA UN PAÍS EN CRISIS, no estamos con reservas abundantes, ni con megaproyectos encaminados, menos con estabilidad social que permita el desarrollo de un plan que prospere en el tiempo... ¡NO!... venimos con una economía muy golpeada, sin reservas, con una sociedad harta de la polarización sin sentido y encima con una pandemia que viene mermando a nuestras familias día a día.
Si hay algo que hoy nos debe quedar claro como emprendedores es que quien es un buen candidato (gran capacidad de comunicación, algo populista y con pinceladas de liderazgo) no es necesariamente un buen presidente; ¿qué define a un buen presidente entonces? Veamos:

Como condición fundamental, una persona que sepa trabajar, que tenga un récord COMPROBADO de haber generado VALOR a las empresas para las que trabajó o mejor aún para su propio negocio, los empresarios sabemos que opinar fuera de la cancha es muy distinto a jugar el partido; que sea una persona COHERENTE con sus convicciones, alguien que dice creer en A y hace B, no creo que deba guiar el destino de nuestro país; que no tenga ninguna NECESIDAD de subirse al aparato estatal para mejorar su vida o la de sus allegados (todos nuestros últimos presidentes HOY SON MILLONARIOS A COSTA DEL PAÍS, y ojo...NO LO ERAN ANTES); claramente nadie que promueva ideas populistas, menos con la economía quebrada que tenemos, sería una buena alternativa... como siempre me dijo mi padre, HAY QUE ENSEÑAR A PESCAR Y NO ACOSTUMBRAR A LAS PERSONAS A RECIBIR EL PESCADO FRITO, prender la maquinita ni es ni será una opción, hay que entenderlo.

Agradezco hoy vivir en un país libre, donde puedo escribir sin limitaciones lo que creo y sin temor a ser censurado, nuestro voto debe siempre cuidar nuestra libertad, pero ahora también debemos cuidar nuestro futuro como nunca antes y, como me dijo claramente el domingo Don Luis, “debemos cuidar nuestra humanidad”, no hay progreso sin humanidad y eso debe ser intransable, ¡vota con la cabeza, no con el hígado! ¡Ayúdame a seguir escribiendo libre!
Gracias Don Luis, sabio como siempre. Buena semana para todos. ¡A votar por RLA!