¿Miedo o Esperanza?
El reciente atentado de Sendero Luminoso que produjo la muerte de 18 personas en un ataque terrorista ocurrido el 23 de mayo en el centro poblado de San Miguel, en la capital del distrito de Vizcatán en el Vraem, donde perdieron la vida dos niños, es la expresión de una polarización donde las ideas brillan por su ausencia. El peor error que podrían cometer ambos candidatos es convertirlo en el centro del debate en la recta final de una elección que tendrá final de fotografía, cuando lo que la población requiere son soluciones y esperanza, propuestas para reconstruir el país y no más enfrentamiento y confrontación entre peruanos.
Hace 40 años, Sendero Luminoso inició un baño de sangre en el país, un enfrentamiento que nuestra clase dirigencial entonces no supo contener, y terminó alimentando un monstruo que casi termina por devorarnos en una vorágine de violencia sin control. Hoy no podemos repetir esa historia. Sería nefasto volver a cometer los errores de ayer, sumando a ello el sufrimiento que hoy tenemos producto de la covid-19 y la desidia de un Estado paralizado por la inacción.
Si llevamos las narrativas de campaña a este umbral de violencia difícilmente podremos salir airosos y sin daños colaterales. La violencia no genera paz ni tranquilidad, sino todo lo contrario. Profundiza las diferencias, abre heridas, eleva la temperatura de nuestra propia inconformidad, y es un arma de doble filo para la institucionalidad que queremos construir en adelante. No es el camino para seguir. No es el sendero que debemos tomar.
Ambos candidatos tienen hoy la responsabilidad de tomar una posición tajante al respecto. Denunciar, en especial en este momento, que un grupúsculo derrotado como Sendero Luminoso quiera aprovechar una coyuntura de fragilidad como la que vivimos para tomar un protagonismo que no merece, que no se ha ganado con el sudor de su frente, que no ha construido en positivo. Deslindar tajantemente con actos de violencia.
Es fundamental que las narrativas políticas en el Perú rechacen esta incursión y aprovechamiento de parte del genocida Sendero Luminoso en la elección presidencial. No hay espacio para la duda. El miedo no puede tomarnos por asalto. No espacio para la contemplación. Debemos ser firmes y claros en esto. La violencia terrorista se rechaza y se condena. Sin titubear. No hay otra forma de construir un Perú con futuro y esperanza.
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