Mientras Sendero avanza
Mientras Sendero Luminoso avanza gracias a la reforma política, el Presidente Vizcarra, luego de verse obligado a acatar el dictamen de la Comisión de Constitución del Congreso que cerró el capítulo del adelanto de elecciones, ha procedido a continuar con su deporte favorito, pechar al Parlamento, esta vez con un nuevo invento de sus asesores peronistas: plantear cuestión de confianza para modificar las reglas de juego de la elección de los miembros del Tribunal Constitucional.
Sendero avanza porque la Ley 30995, que regula la inscripción de partidos políticos y es parte de esa publicitada reforma, abre las puertas a la inscripción de organismos de fachada de los terroristas en lo que es una auténtica barbaridad, como ya lo demostré en mi anterior artículo (Expreso 22/9/19 “Otra Barbaridad”), aunque el artículo 6to de la citada norma ofrezca un tamiz relativo, según lo señala Martín Tanaka.
Y Vizcarra comete un nuevo desatino al pretender inmiscuirse en los fueros parlamentarios so pretexto de luchar contra la corrupción -respecto de la cual nada ha hecho- cuando el artículo 201 de la Constitución precisa taxativamente que la designación de los integrantes del TC compete al Congreso.
La razón es clara: luego del fracaso de su ofensiva pro adelanto de los comicios, la visión chavista de Vizcarra no le ha permitido iniciar una política de apertura para empezar a gobernar el Perú consensuando con el Congreso y con miras a resolver los graves problemas que atenazan a nuestra Patria en áreas como el empleo, la salud, la educación, la seguridad ciudadana y la reconstrucción del Norte.
Por otro lado, también es evidente que la repartija viene de los dos lados: Vizcarra quiere preservar su mayoría en el TC que lo respaldó con una interpretación extensiva de la cuestión de confianza y el aprofujimorismo pretende tomar el control del mismo por obvias razones: no hay defensa de principios, pura y simple repartija.
Por todas estas razones, plantee desde un principio que todos estos actores inválidos de la subclase política peruana deben irse a su casa, dentro de un marco de respeto de la institucionalidad constitucional que establece las reglas de juego del sistema democrático: no cabe caer en la seudo democracia popular que condujo al fascismo, al nazismo y al chavismo.
Presidente del Consejo por la Paz- Presidente de Perú Nación