Ministra de Economía y Finanzas: poder in crescendo
Con menos de cuatro meses en el cargo, la Ministra de Economía y Finanzas María Antonieta Alva Luperdi, está dando muestras de unos muy buenos reflejos políticos, mérito a compartir con sus consejeros más cercanos.
Al tomar el cargo en octubre pasado, se supuso que. por su juventud, 34 años, e inexperiencia en política, podría ser sujeto de manipulación para un dispendio de recursos públicos, a pesar que desde un inicio se manifestó partidaria de la disciplina fiscal, había que ver para creer.
El inicio de su gestión no fue auspicioso, el anuncio de 2,000 millones de soles en consultorías y una cuestionable manera de contabilizar las cifras del presupuesto público, para mostrar una ejecución mayor a la real; parecían confirmar que no era la persona apropiada y que su paso por el jirón Junín sería efímero.
En política, hechos puntuales permiten catapultarse y es lo que viene ocurriendo con la ministra. Ha participado en dos actos complicados con destreza de político de millaje premium: el intento de acuerdo de Odebrecht por el tema del gasoducto y el affaire Paredes.
En el caso Odebrecht, hizo lo correcto, no cayó en los errores del voluntarismo del ex Procurador, Jorge Ramírez; la ex Ministra de Justicia, Ana Teresa Revilla y el ex ministro de Energía y Minas, Juan Carlos Liu. Su posición fue enviar a los negociadores de los brasileños a la dependencia que correspondía, el Sistema de Coordinación y Repuesta del Estado en Controversias Internacionales de Inversión. Meritoria decisión en un escenario tenso.
En cuanto al affaire del ex Presidente de Petroperu, Carlos Paredes, hay dos aspectos: la acertada negativa de negarse a que el fisco asuma 1,500 millones de dólares de deuda de la empresa, la autosuficiencia siempre fue la prédica y debe cumplirse y el manejo por la coprolálica conversación donde se hacía alusión a ella. Su respuesta con cuatro tuits consecutivos, muy bien redactados haciendo mención al rol de mujer y la seriedad en el manejo presupuestal, fueron suficientes para precipitar la renuncia del mandamás de la petrolera estatal.
Importante muestra de buena reacción política en una cartera que debe transmitir confianza. Ahora compete utilizar este naciente liderazgo en los fines de su sector.