¡Ministro Gallardo debe ser censurado!
Mientras acá nos debatimos entre la democracia y el comunismo, sumidos en el hondo pozo séptico de esta tragicomedia marxista, senderista que es el gobierno Castillo, en el mundo civilizado los ciudadanos avanzan a leguas de distancia en la dirección que corresponde. Es decir, camino al progreso, al éxito y, consecuentemente, al bienestar de su sociedad.
Veamos uno de los ene campos abandonados por este gobierno ideologizado, repleto de neófitos, de demasiados sinvergüenzas y gente aviesa. Acá no sólo las escuelas son una ruina literal: el 80 % de sus sus infraestructuras están destruidas, sin agua ni alcantarillado, sin luz, sin conexión para internet, y sin seguridad alguna.
Aunque, eso sí, repletas de maestros adoctrinados por los sindicatos marxistas, leninistas, senderistas que campean como dueños del país, dirigidos por su todopoderoso sindicalista Pedro Castillo Terrones. Es más, durante casi dos años la población escolar –alrededor de 12 millones de niños y jóvenes– no asiste a esas mal llamadas escuelas públicas.
Pero no porque estén desmanteladas, ya que aquel es su estado natural, sino porque se lo impiden las medidas preventivas contra el Covid. No obstante, al ministro pro sendero Gallardo Gómez no le preocupa la ausencia de los estudiantes a sus escuelas, donde no sólo deberían culturizarse sino socializar para aprender a vivir en comunidad. No. Al ministro Gallardo le interesa sólo consolidar políticamente al sindicato magisterial de corte marxista, afín al pensamiento gonzalo que él abriga. ¿Los estudiantes? Hombre, ¡allá ellos!
Según la Unesco y el Banco Mundial, durante la pandemia mundialmente los estudiantes han soportado una masiva pérdida educativa, con mucho más incidencia en los países pobres, lo que abonará a una mayor desigualdad social. Ambos estiman que el mundo perderá futuros ingresos por US$ 17 trillones en producción, por el impacto del déficit educativo. Entre los más afectados estarán los estudiantes latinoamericanos, debido al inservible sistema de enseñanza remota. Tanto que continuamos siendo incapaces de instalar redes de internet a nivel nacional y distribuir laptops entre los estudiantes más necesitados.
Pero, ¿acaso este drama le mueve un pelo al ministro pro senderista Gallardo? ¡Qué va! Él está preocupado por aniquilar la ley de Educación que tantísimo esfuerzo costó debatir cómo implantar, teniendo como principalísimo objetivo al estudiante. Ése es el fundamento de esta norma. Pero su éxito dependerá del respeto a la meritocracia; es decir, la estrategia remunerativa para los maestros. Pero Gallardo ha arrasado con la evaluación magisterial meritocrática que dicta la ley vigente. ¿Razón? Él siempre fue tenaz opositor a fijar un mecanismo de recompensa salarial como mérito al esfuerzo y a la dedicación.
Como todo marxista, su propuesta es manejar sindical, políticamente el salario magisterial, premiando al que simpatice con el poder. Vale decir, una afrenta al empeño. Pero a esto se aboca el ministro Gallardo en exclusividad.
Le importa un caracol el alumno, su incompetencia ante el universo de estudiantes en el planeta, y el daño que aquello generará al futuro del Perú. Sus respuestas al pliego interrogatorio parlamentario lo confirmaron. Consecuentememte, debe ser censurado a la brevedad.
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