Miserablemente, De Soto blanquea a Castillo
Pedro Castillo pertenece ahora a la maquinaria transnacional del comunismo. Ha dejado de ser el candidatito a la presidencia del Perú arropado por el partido comunista movadef perteneciente a sendero luminoso. Tras ganar la primera vuelta electoral de abril, la vieja guardia marxista le ha incorporado a su tablero de ajedrez, todavía como peón. Aunque dada la trascendencia que, geopolíticamente, implicaría la victoria comunista en el Perú, viene recibiendo el tratamiento de importancia que el caso merece. La sección cubana del comunismo internacional, ayudada por la maquinaria chavista, es la llamada a asesorar al “humilde profesor” Castillo, como ahora viene promocionándolo esta experimentada aplanadora del marxismo transnacional.
Evidentemente Castillo y los prosélitos de abimael guzmán empezaron a conducir la campaña para la segunda vuelta exhibiendo sus dientes aún bañados con sangre de 35,000 peruanos. El hecho produjo obvia resistencia en algunos sectores izquierdistas. De inmediato los comisarios del marxismo -teledirigidos por el eficiente servicio de inteligencia cubano- ordenaron enmendar rumbos. Consecuentemente, apareció este campesinito afincado en las alturas cajamarquinas, trajeado de blanco, con sombrero de paja, rodeado de inocentes ovejitas, para refutar todo lo que dijo antes y durante la campaña proselitista que lo llevó al expectante lugar que logró en la primera vuelta electoral. Resulta que este Castillo no es comunista sino cristiano; que nunca ha conocido a senderista alguno. Asimismo, no piensa expropiar nada “porque todo va a seguir igual que antes”. La mentira profusa, presentada de manera espectacular por la intelligenza comunista que NECESITA del triunfo de Castillo en segunda vuelta para instalar su eje comunista, desde Cuba, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia, alucinando además con México, Argentina y Brasil.
¿Resultado? Pedro Castillo I es hoy Pedro Castillo II. Una avecilla del bien; un ser bíblico presto a favorecer al Perú con un programa de gobierno que respete la Constitución de 1993, afirmando tanto la propiedad como la empresa privada, dando garantías para que el Perú se desarrolle en paz promoviendo democráticamente el progreso y bienestar de 32 millones de ciudadanos. Pedro Castillo II es asimismo un recalcitrante opositor de las confiscaciones y acérrimo defensor de la libertad en todos sus extremos. De aquella que consigna la Declaración Universal de Derechos Humanos a la que defiende el libre emprendimiento privado. Pedro Castillo II es, en síntesis, un paradigma del sentido común y un líder rodeado de los mejores atributos de bondad y solidaridad. ¡A semejante operativo del comunismo transnacional ha contribuido el judas Hernando de Soto!
El inconveniente, amable lector, es que ESE Pedro Castillo NO EXISTE. Es una quimera de los servicios de inteligencia cubano-venezolanos. Es un polichinela del comunismo transnacional, fabricado para estafar a los incautos peruanitos que pisaron una trampa de osos de confiar en la versión canalla del blanqueamiento ideológico y programático de Castillo, transubstanciado para captar votos de gente confusa en segunda vuelta. Como tantos beneficiarios de la centroderecha que prefieren ser traidores antes que votar por Keiko Fujimori, a quien los rojos han demonizado hasta la náusea. Denunciemos juntos semejante complot, amable lector.
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