Momento constitucional
Por Elizabeth Zea Marquina
La Constitución Política de 1993, a pesar de cargar con la critica de su aprobación por un Congreso Constituyente cuestionado por ser resultado de un golpe de Estado, con los años, ha ido adquiriendo legitimidad a través de la interpretación constitucional y necesarias reformas que hoy forman parte de nuestra historia republicana contemporánea. Sin embargo, no todos los peruanos conocen su Constitución y esto le abre las puertas al populismo oportunista, por lo que el proceso de darle legitimidad continúa, y está en las manos de la Representación Nacional.
Aún está pendiente promover cambios necesarios en el régimen político y económico para lograr: mejor representatividad; procesos electorales participativos y transparentes; una función pública ética y meritocrática; un modelo económico sustentable y promotor de las libertades económicas con enfoque social; el ejercicio de mecanismos de control político de forma responsable, así como la preservación de los valores constitucionales arraigados en nuestro Estado Social y Democrático de Derecho.
Hoy más que nunca, la coyuntura exige un debate serio, participativo e informado de las posibles reformas constitucionales orientadas a fortalecer la institucionalidad de los poderes del Estado, a abordar con espíritu reflexivo, las connotaciones de nuestro particular sistema presidencialista y la pertinencia de mantener o prescindir de instituciones políticas como el voto de confianza o la vacancia presidencial por incapacidad moral.
Otro punto importante es nuestro régimen económico constitucional, nunca ajeno a las pretensiones de un sector político que desea llevar adelante una Asamblea Constituyente para darle al Estado un rol protagónico en la economía, con el peligro de que este gestor ineficiente pueda tomar el lugar de los ciudadanos en sus decisiones en el mercado o limitar el acceso a derechos básicos mediante controles arbitrarios y abusivos. Es necesario que la ciudadanía sepa qué es lo que no funciona: ¿es nuestra Economía Social de Mercado adaptada a nuestra realidad o es la capacidad y calidad de la gestión pública?
Este es nuestro momento constitucional, la oportunidad de darle paso a la reflexión y al consenso de las fuerzas políticas para superar la crisis institucional que también atraviesan países latinoamericanos como Venezuela o Nicaragua, debilitados en su régimen democrático. Son tiempos de conectar a la ciudadanía con la Carta viva sujeta siempre a mejoras, pero cuyos aportes, sobre todo en materia económica, son indiscutibles y han colocado a nuestro país en rankings internacionales, como uno de los destinos favoritos de la inversión extranjera, generadora de millones de puestos de trabajo.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.