Movidas congresales
El Congreso de la República sigue siendo una caja de Pandora en el país. Nadie discute que este poder del Estado es importante por provenir de una elección popular y estar allí representados todos los ciudadanos del país. Sin embargo, la realidad de los hechos nos muestra algo muy diferente de lo deseable, al punto que sólo cuenta con el respaldo de un solo dígito en las sucesivas encuestas de popularidad y aceptación ciudadanas, realizadas en el medio. Y todo ello, por culpa de sus propios integrantes.
Durante el período de gobierno del exmandatario, Pedro Castillo, se descubrió que éste había contactado con un buen grupo de parlamentarios de distintas bancadas, especialmente, de Acción Popular, para que lo blinde del acoso político de sus opositores y lo protejan de una vacancia presidencial.
A esos congresistas, aupados al poder a cambio de puestos de trabajo para sus allegados, en organismos públicos, se les denominó los “Niños” y, muchos de ellos, cuentan con carpetas fiscales abiertas por el presunto delito de organización criminal en agravio del Estado.
Esta semana se supo que, a varios de estos congresistas de Acción Popular, implicados en el caso denominado “Los Niños”, no se les ocurrió mejor idea que presentar un proyecto de ley en el congreso con el propósito de restablecer la inmunidad parlamentaria. Precisamente y frente a escandalosos casos del mal uso de la inmunidad parlamentaria, el cuatro de febrero de 2021, el Pleno del congreso de ese entonces la eliminó. Así, los congresistas podían ser sometidos a la justicia, sin mayor trámite, en casos delictivos y podían ser detenidos por la autoridad.
Ahora los “Niños” buscan restablecer la inmunidad parlamentaria con el ánimo de sentirse protegidos frente a las acusaciones fiscales en ciernes. El proyecto propone también que los magistrados del Tribunal Constitucional y el defensor del Pueblo gocen de la misma prerrogativa que los parlamentarios, para que no puedan ser procesados ni presos, durante su mandato, sin previa autorización del Congreso de la República, salvo por delito flagrante.
Por otra parte, en el Congreso de la República saltó también a luz, esta semana, otro caso escandaloso y con ribetes inmorales. Ocurre que la congresista del partido Podemos, Digna Calle, solía permanecer, con licencia, en los Estados Unidos, la mayor parte del tiempo, desde que fue elegida para representar a sus electores en dicho poder del estado.
Frente a un nuevo pedido de licencia por 60 días, la Mesa Directiva del Parlamento le denegó, finalmente, acordando no admitir a trámite su pedido. Ella se encuentra en los Estados Unidos desde hace más de seis meses, desde donde participa y hasta interviene en votaciones, sin que se le haya reprochado, asegura la prensa.
Este comportamiento, insólito e inusual, ha merecido el rechazo general, no sólo de sus colegas en el congreso, sino de la opinión pública. Nunca antes se había conocido de un hecho similar. Lamentablemente, las normas no son muy claras como para obligarla a su reincorporación inmediata, salvo la sanción moral y la repulsa ciudadana y de sus electores.
Ayer fue el día del Juez y de la Jueza, esta labor muchas veces incomprendida, resulta ser una que mantienen la paz social, habida cuenta que al resolver los conflictos el Juez determina a quien le asiste el derecho y con ello dar a quien lo que le corresponde. Conozco de cerca tan noble labor, que no tiene días de descanso por la necesidad de resolver los procesos dentro del plazo que manda la ley con la independencia y la imparcialidad que su juramento obliga. FELIZ DíA APRECIADOS JUECES Y JUEZAS DEL PERÚ.
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