MTC y Proinversión, el reto de la conectividad
La semana pasada fuimos invitados a la presentación de lo que será el Anillo Vial Periférico en Lima, una inversión de US$ 3,400 millones en Asociación Público-Privada (APP) que generará tráfico fluido, rápido y seguro en la ciudad capital. Su fase de construcción generará 70 mil empleos y su fase de operación 20 mil empleos anuales más, reduciendo el tiempo de viaje promedio en la ciudad en un 50%.
Este proyecto es un claro ejemplo de lo que debe hacer el gobierno para hacer realidad el reto de la conectividad en el país. La presentación nos permitió constatar también la buena dupla gubernamental que viene consolidándose entre el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (PROINVERSIÓN) con el objetivo de reducir las enormes brechas que tenemos hoy en temas de conectividad.
Destaco la visión al 2032 mostrada por el ministro Raúl Pérez Reyes en el marco de un Plan Nacional de Servicios e Infraestructura Logística de Transporte. Destaco que ponga foco en el impacto sobre el ciudadano antes que en la obra física. Destaco la apuesta por incrementar el uso de APP para promover inversión privada, así como la multiplicación de Obras por Impuestos (OXI). Todo un acierto recuperar la confianza en mecanismos que resultan, a todas luces, más eficientes y efectivos que encargárselos al sector público únicamente.
Destaco el plan de inversiones que traerán los próximos 20 años en terminales portuarios (Chancay, San Juan de Marcona, Callao), carreteras (Oyón-Ambo, Huánuco-La Unión-Huallanca, Acos-Huayllay, Canta-Huayllay, Lima-Canta, Nueva Carretera Central) y proyectos ferroviarios (Líneas 2, 3 y 4 del Metro de Lima, Ferrocaril Lima-Barranca, Ferrocarril Lima-Ica), entre otras intervenciones.
Planificar la inversión pública y privada pensando en el ciudadano y dejar de lado la anquilosada visión de contratación pública permite ver el futuro de manera distinta. El hecho de ponerse en los zapatos del usuario, como pobladores, comerciantes, industriales o exportadores, permite instalar un chip mental distinto en el imaginario social de los peruanos. Uno que nos conecte con el resto del planeta, que nos haga parte del sistema global, que nos permita recuperar la confianza en el progreso y el desarrollo, que nos empuje a emprender y a generar riqueza para seguir construyendo un país, que difícilmente logrará salir adelante si permanece aislado y sin pensar en grande.
Esta es la tarea que deben emprender este y los futuros gobiernos para darle una vuelta de tuerca a la forma como nos conectamos y queremos conectarnos con el resto del mundo. La conectividad tiene muchos retos por delante. Promover políticas públicas que combinen competencias gubernamentales exitosas como las implementadas por el MTC y PROINVERSIÓN son buenas prácticas que debemos multiplicar en adelante. ¡Vamos por más!
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