Mujer cabeza de familia
Frente a un divorcio o una separación, la mayoría de veces, la mujer, es la que se queda al cuidado de los hijos. Según el INEI, en nuestro país, un 35.9% de mujeres toman las riendas del hogar, y ante el abandono del progenitor de sus hijos, asume la obligación total de la crianza de sus hijos.
Y cuando su pareja fallece, una gran parte de mujeres que se dedicaron a la crianza de los hijos en el matrimonio, les es muy difícil encontrar un trabajo, por lo que ser cabeza de familia resulta todo un reto.
Las mujeres que afrontan carga familiar y asumen el rol de proveedor del hogar no la tienen fácil, pues no solo deben sacar adelante su proyecto de vida sino además el de sus hijos, siempre dispuestas a sacrificar sus sueños con tal de darles protección y seguridad a su familia.
Históricamente, las mujeres han sido discriminadas y han luchado por el reconocimiento de sus derechos, desde el derecho a votar, a trabajar, e incluso a elegir libremente con quien casarse.
Pero esa lucha llevó años y aunque se han logrado progresivamente, las brechas siguen impactando en la calidad de vida de las mujeres.
En este orden de ideas, el Estado no puede ser indiferente a esta realidad pues la discriminación muchas veces se evidencia a partir de la desigualdad de oportunidades que en el caso de las mujeres jefas de hogar impacta de manera especial sobretodo cuando se encuentran en situación de pobreza o extrema pobreza.
En ese sentido, la Ley N° 31754, Ley de protección a la mujer jefa de hogar en situación de pobreza o pobreza extrema, establece los mecanismos necesarios para brindar protección a las mujeres jefas de hogar, sobretodo a las mujeres que están al cuidado de padres, esposos o hijos que sufren alguna discapacidad., promoviendo su certificación.
Ahora bien, en el marco de las obligaciones que asume el Estado de adoptar ajustes razonables a favor de las mujeres jefas de hogar, crea programas, mecanismos y medidas que les permitan acceder a capacitación y formación de que tienen como finalidad el desarrollo y fortalecimiento de sus capacidades y puede decidir sobre su proyecto de vida.
Las jefas de hogar al contar con una Clasificación Socioeconómica (CSE) entregada por el Sistema de Focalización de Hogares del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social son identificadas a fin de poder facilitar su acceso efectivo a las oportunidades.
Finalmente, mas allá de lo establecido en la referida norma, deben promoverse mas alianzas de cooperación con el sector privado con la finalidad de generar puestos laborales, acceso a fondos concursables para desarrollar emprendimientos e iniciativas de negocio, entre otros, que les permita alcanzar su autonomía económica y así también permitirles un futuro a sus hijos.
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