Muñoz y El Comercio
Jorge Muñoz, por entonces candidato a la alcaldía de Lima Metropolitana y hasta ese momento burgomaestre de Miraflores, intempestivamente surgiría como la espuma en las “encuestas” fabricadas de acuerdo a las necesidades propias del conglomerado de la concentración mediática El Comercio. De pronto, un sorpresivo aspirante al sillón de Nicolás de Ribera El Viejo extrañamente empezaría a alzar vuelo, empujado por este consorcio periodístico con evidentes intereses políticos. Y además, con marcadísimas afinidades con la corrompida constructora Graña y Montero. ¿Cómo así? Pues José Graña, accionista de Graña y Montero –consorciada con la corrompedora Odebrecht que, de acuerdo a declaraciones de los propios dueños de ésta última, pagó sobornos por decenas de millones de dólares al sucio expresidente Alejandro Toledo apelando a operaciones contables encubiertas pactadas entre Graña y Montero y Odebrecht– es asimismo el principal accionista individual de la empresa que es propietaria del grupo El Comercio. En este caso ese medio de prensa opera no precisamente interesado en resguardar los intereses del Perú ni menos fundamenta sus informaciones en hechos rigurosamente comprobados. Simplemente actúa de acuerdo al provecho de su propio accionariado. Preocupado, más bien, en mover fichas de ajedrez con figuras políticas, judiciales y empresariales. Como es el caso de Jorge Muñoz. Porque si El Comercio lograba sentarlo en el Concejo Metropolitano tendría abiertas las puertas de la mayor entidad contratista urbana del país, pudiendo así satisfacer a su principal accionista y, a su vez, socio, amigo y cómplice de Odebrecht, Boleira, Barata, etc.
Tanto es así que apenas han pasado noventa y tantos días desde que Muñoz ocupa la alcaldía capitalina, y ya anunció con bombos y platillos que su corporación ha firmado un convenio con Graña y Montero, concediéndole la “ampliación” de la Vía Expresa Paseo de la República que unirá los distritos de Barranco y San Juan de Miraflores a través de una vía de cinco kilómetros que costará US$ 200 millones. La concesión será por 40 años. Y si bien Muñoz no ha dado a conocer el costo del peaje –de aquella vía intensamente transitada por los limeños– con toda seguridad será una tarifa semejante a la que goza su consorciada Odebrecht. Tarifa que arrancó en S/ 3.00 –hace tan sólo seis años– y hoy ya está en S/ 5.50. Negocios son negocios comentarán muy orondos frotándose las manos en El Comercio y asimismo en Graña y Montero. No obstante Víctor Andrés García Belaunde, acucioso congresista, escribía en las redes sociales: “El Zanjón de Bedoya ahora podría llamarse el Zanjón GyM. Bedoya y Andrade construyeron Vías Expresas con recursos propios y sin peajes. ¿Se repetirá la historia del peaje de Kouri?” O, acotamos acá, de los dolosos peajes pactados por Villarán.
Este país recién empieza a digerir –y procesar judicialmente– los escandalosos affaires Lava Jato. Sin embargo, antes de conocer las sentencias que recaerán sobre Graña y Montero –que ha sobornado a jefes de Estado, ministros, funcionarios, etc.– el alcalde Muñoz ha decidido inmolarse rubricando un millonario contrato de concesión con una consorciada de Odebrecht, corruptora de nuestro Estado.