Nace una líder: defender tu patria con la vida si es necesario
Para conquistar el corazón de un país, la mente de las personas, la voluntad y el razonamiento, se necesita algo muy poderoso y efectivo: coraje. Esta virtud, unida a la valentía, hace la mezcla perfecta del liderazgo. Esta es una cualidad inexistente en el Perú. Nuestro país no forma líderes, ni le interesa hacerlo.
Hemos vivido gobernados por una cofradía que ha infestado nuestro aparato público con ladrones, mediocres, corruptos, corruptores, extorsionadores, despilfarradores, socialistas y mentes fracasadas, instruidas solo para robar. Estos son los políticos, empresarios mafiosos y sus empleados ubicados en distintas partes del Estado. La única manera de destruir a esta cofradía es con un líder que no tenga miedo a morir, si es necesario, por su patria.
El Perú se encuentra en un momento de su historia republicana en el que se desliza de forma obligada por un peligroso péndulo. En un extremo tenemos el descalabro económico que destruirá al país a manos de la cofradía y sus mafiosos políticos, empresarios y empleados bien ubicados; destruirán los sueños de millones de jóvenes peruanos que buscan el éxito, la libertad, la independencia y el placer. Por otro lado, tenemos el descalabro de nuestra sociedad, cultura y seguridad a manos de esta cofradía que está forrando sus miserables bolsillos con nuestra plata y depredando al país.
Esta cofradía que solo tiene la capacidad para robar, mientras los peruanos vemos destruida nuestra seguridad, nuestros negocios, nuestro futuro y nuestros sueños. Nos hundimos y no lo estamos viendo en la magnitud que deberíamos. Y eso sucede porque somos un país mediocre. Nos deprimimos porque una fracasada selección peruana de fútbol pierde un partido, antes que por toda la basura que está haciendo esta cofradía con nuestra plata y en nuestra casa.
El único camino viable, posible y capaz de sacarnos de ese péndulo, cuyos extremos son el fracaso completo, es tener un verdadero líder, una mujer con los ovarios en su lugar para decidir con mano firme, dura y sin aspavientos lo que el país necesita. Sacar al Perú de la mediocridad mental en la que vivimos, explotar todos los recursos que tenemos para acercarnos a un primer mundo en menos de 20 años y destruir a toda esa cofradía y sus miembros. Estas tres cosas deben ser realizadas con valentía, coraje, decisión y sin miedo. Las intromisiones, presiones, propaganda en contra, medios difundiendo mentiras, políticos basura de otros países atacando el nuestro, van a abundar. Pero nada de eso nos detendrá. Nuestra política de mano firme y liderazgo sin sentimentalismo no podrá ser quebrada. La Corte Interamericana de Derechos Humanos se puede ir a la mierda.
La delincuencia se ha incrementado en 7 % en menos de dos años. Pasamos de 22 % de delincuencia en 2022 al 29 % en este lúgubre 2024. El país transita hacia el camino del fracaso. Los delincuentes venezolanos están poniendo en jaque a nuestra economía, cultura y seguridad. Estas lacras tienen el monopolio de la extorsión. Te matan sin ningún resquemor. No existe inversión extranjera privada en el país. Es obvio: ningún empresario inteligente invertiría en un país pusilánime, débil y con una administración mediocre. Nos hundimos.
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