Nadine, de Lima a Ipanema

Nos guste o no nos guste admitirlo, el Perú es a menudo un país tragicómico. En él suelen ocurrir, simultáneamente, sucesos trágicos como asesinatos de compatriotas inocentes a manos de feroces bandas criminales extranjeras, y hechos cómicos como los mensajes optimistas o retadores de la presidente Dina Boluarte, o este episodio in extremis hilarante: la fuga de Madame Heredia, nada menos que al Brasil.
Nadie se escandalizaría tanto, al punto de jalarse los pelos, si la doña se hubiera asilado en cualquier otra embajada sudamericana, pero justo escoge ella el país de Lula, de la samba…y de Odebrecht. Desde la puerta de la legación brasileña en Lima, con un sol otoñal de lo más hermoso en medio del cielo, la ex Primera Dama le ha sacado la lengua, no solo a sus más conocidos enemigos, sino a 34 millones de peruchos. ¡¡¡Jojolete!!!
Como si no fuera suficiente con “Los chistosos” en las redes y ondas de radio, un canal presentó a “dos tigres” del Derecho afirmando categóricamente que se ha sentenciado a los Humala por blanqueo de dinero en base a “dichos”, mientras a contramano en otro canal, competencia del anterior, invitan a opinar sobre el tema de la sentencia a la “pareja presidencial” a “dos panteras” del Derecho, curiosamente ex funcionarios del régimen de Humala. Estos últimos afirman, con igual contundencia, que existe un edificio de indicios y que este aspecto indiciario y algunas evidencias, como el patrimonio injustificado, viajes, libretas y ect. son suficientes para condenar a los Humala. ¿A quién le creemos los legos del populorum?
El símbolo de una mujer con una venda en los ojos y una balanza en una mano y en la otra una espada, significa que la justicia no distingue entre las personas, se aplica de forma equitativa y con el mismo rasero.
Muchísimo tiempo antes del comentario de Dina de que la justicia “Está ciega, vamos a quitarle la venda”…ya los malos jueces y fiscales de este país, que no son pocos, habrían hace rato despojado a la dama de tal venda, dedicadose a permutar la justicia por contante y sonante, cargos, favores políticos o lujuriosos. Si se le pregunta al ciudadano de a pie ¿si cree que en nuestro país existe justicia? se reiría hasta las lágrimas, porque ve que los ladrones están hasta en el Congreso, o se amargaría porque le robaron o estafaron y no pudo hacer nada, “caballero nomás”y lo único que le queda es soportar en el cuello el pie de la ominosa injusticia.
El Gobierno Peruano, dicen, no puede ir contra los acuerdos internacionales, por eso le ha dado luz verde al salvoconducto de Nadine, esa misma luz verde que ella antes diera a un ex Premier, desde un satélite comprado y que está aún en la estratosfera, como lo está el incoado personaje. Algunos agoreros dicen que con esto la titiretera del “Cosito”, ha señalado el camino para futuros posibles beneficiarios de la hospitalidad carioca y Luliana: entre ellos claro está, un “lagarto” una y mil veces vacunado.
Piensa mal y acertarás dicen los mal pensados profesionales, de esos tenemos varios. Si, pues, además del “lagarto” hay quienes después de las elecciones del 2026, o quizá antes, podrían estar rondando la avenida José Pardo 850, para luego terminar en Leblon o Ipanema, ¿es la justicia mais grande do mondo? (aunque decirlo así es um error maior) pero se entiende.
Cuando creíamos que habíamos llegado al fondo, vemos que eso no es así, ¡Despierta Perú…despierta!
*Vicealmirante

Por Francisco Calisto Giampietri (*)

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