Ni olvido ni perdón, fiscal Ávalos
El affaire de las vacunas Sinopharm no debe pasar como un episodio más de la hiper corrupción que anida en el Perú. Vemos, por ejemplo, que el estremecedor escándalo Odebrecht, Graña y Montero, “club de la construcción”, etc., va quedando en el olvido. Recientemente, sin ir muy lejos, se ha informado que, en setiembre 2020, la justicia suiza autorizó a que Perú acceda a los servidores MyWebDay y Drousys -guardados en Ginebra por la compañía Safe Host- que incluyen información desclasificada de los alias que Odebrecht diera a aquellas personas a quienes sobornó mediante su infame “Departamento de Operaciones Estructuradas”. Sin embargo, los fiscales Vela y Pérez no han informado al país de algo ocurrido hace siete meses. Claro que ambos sujetos se cobijan bajo la fiscal Zoraida Ávalos para elucubrar y deshacer lo que les venga en gana con ese paquete de heces (en eso han convertido al caso Odebrecht) envuelto en un pacto ILEGAL y SECRETO que firmaron con la brasileña. ¿A quiénes protege? Pues algún día se conocerá.
Y los culpables del encubrimiento acabarán tras las rejas. Pero por ahora, un fárrago de hechos de corrupción mana día a día porque justamente lo permite esta Fiscalía a cargo de la fiscal Ávalos. ¿Acaso pretende la señora Ávalos que el affaire Sinopharm -que involucra al investigado por corrupción y rufián Vizcarra y al presidente Sagasti- tenga el mismísimo derrotero indefinido que el del escándalo Odebrecht? Eso es lo que parece, señora Ávalos, debido a su infumable negativa para investigar al mendaz Vizcarra. Y por su inexplicable consideración hacia el mandatario Sagasti. El escándalo Odebrecht sigue estancado en la nebulosa, mientras continúan saliendo nuevos aquelarres de corrupción –Sinopharm- gracias a la incompetencia y/o desaprensión de un Ministerio Público inconstitucionalmente controlado por palacio.
Odebrecht le ha robado decenas de miles de millones a los peruanos apelando al vicio de las adendas. Y por si fuera poco, ha corrompido a cuatro presidentes, al margen de ministros, funcionarios, empresarios, etc. Un verdadero crimen socioeconómico que no sólo merece que estén presos los directivos de esa compañía –hoy bajo otro nombre- sino que el Estado peruano debería aplicarle una multa supernumeraria por los daños causados. Y por favor, fiscal Zoraida Ávalos, no venga con el cuento del “acuerdo” que firmaron sus fiscales Vela y Pérez con la corrupta Odebrecht, “a nombre de la nación”. ¡Eso es inicuo, ilegal y vergonzante! El pacto debería denunciarlo usted, fiscal Ávalos, antes de que acabe envuelta en una acusación constitucional por el gobierno entrante.
Volviendo al affaire Sinopharm, es claro que el Ministerio Público se muestra evasivo y calculador. No se mete con el Ejecutivo pues de ahí vienen los ucases para endosarle todo el fango a la oposición. Nunca a los dos gobernantes y sus respectivos ministros, auténticos culpables de este crimen de lesa humanidad que viene cobrando miles de vidas como dividendos para aquellos a quienes la fiscalía ya debió investigar y acusar por genocidio. Aunque con una fiscal como Zoraida Ávalos esto parece casi imposible.
