No disolver: salvar al Congreso de su deslegitimación

El Congreso está en rebelión. Se ha autodeslegitimado.

José Williams, al hacerse elegir presidente se ha convertido en presidente usurpador y los 68 congresistas que lo eligieron se han convertido en delincuentes políticos de rebelión.
Derrocada la presidenta del Congreso Lady Camones, del lapso anual julio 2022-2023, tenía que sucederla su 1ra vicepresidenta Marta Moyano. No cabía elegir nuevo presidente, salvo si hubieran renunciado o sido derrocados los vicepresidentes. En este atropello consiste la usurpación: atropello de la Constitución, del principio de la Democracia (primacía de la mayoría) y de la institucionalidad (respetar los resultados de las elecciones limpias).
Constitución :
« Artículo 45.- Poder del Estado
El poder del Estado emana del pueblo...
Ninguna persona (ni Williams), organización, Fuerza Armada, PNP o sector de la población puede arrogarse el ejercicio de ese poder. Hacerlo, constituye REBELIÓN o sedición ».
« Artículo 46.- Gobierno Usurpador
Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador. …
La población civil tiene el derecho de insurgencia en defensa del orden constitucional...
SON NULOS LOS ACTOS DE QUIENES USURPAN FUNCIONES PÚBLICAS ».
Si el artículo 46 establece obligaciones a los civiles contra la usurpación, el 118 precisa como atribución y obligación del presidente de la República, preservar la legitimidad.
Significa que desde septiembre, el Perú no tiene Congreso legítimo; pues el de Williams es una aberración de Congreso. No es solamente degradación del Congreso sino desnaturalización del Estado peruano, ya que el Congreso es legislador y, sobre todo, fiscalizador del gobierno del presidente de la República.
Con este Congreso de Williams, el Perú se convierte en Estado fallido o de anti derecho.
Por eso, salvar el Congreso es salvar la soberanía del Perú. El presidente Castillo, independientemente de cualquier calificación negativa o delincuencial, es presidente legítimo, Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y por encima de ello, personifica a la nación peruana.
Tiene que sofocar la rebelión congresal: Eliminar politicamente al malhechor Williams y castigar con la mayor severidad (20 años de prisión) a la treintena de promotores de la rebelión congresal, otra treintena de altos funcionarios (vocales del TC, fiscal Benavides) y «constitucionalistas » e «intelectuales ».
Para ello, poner al tope su condición de Jefe de Estado y supremo Jefe militar y su condición de Personificación de la Nación que significa, en la práctica, estar por encima de las Constituciones y de las leyes comunes y corrientes.
Otrosí.- El congresista juró servir al país 5 años. Incumplir esto es perjurio y abjuración (traición). Tienen penalidad.

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