No me defiendas, compadre
Sobre el Grupo de Alto Nivel de la OEA como acaba de aterrizar lo dejamos para la próxima, lo mismo vale para el comentario en torno al desenlace que tendrá la absurda e inconstitucional cuestión de confianza planteada por el impresentable premier. Más bien van unos renglones sobre el Informe que ha aprobado la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales contra el ocupante de Palacio recomendando a la Comisión Permanente del Congreso acusarlo por el Delito de Traición a la Patria y por infracción a la Constitución, proponiendo su inhabilitación del cargo.
Alguna peregrina congresista y más de un rabulesco abogado de Castillo consideran que la imputación por el grave ilícito penal es un mamarracho que debe tirarse a la basura. Ese supuesto mamarracho también ha dado lugar a una desesperada demanda de hábeas corpus que está a punto de ser resuelta por el TC donde uno de los magistrados durante la audiencia ya cree que el flagrante desafuero presidencial cometido sería una simple opinión ante el vergonzoso balbuceo del incapaz procurador del Parlamento. ¡Así no me defiendas, pardiez!
Admitimos que la materia penal de marras resulta peliaguda y hay argumentos a favor y en contra para este antejuicio. Pero, en lo que no cabe duda, salvo para los letrados de chicha y nabo castillejos, es en cuanto a la infracción constitucional en que ha incurrido en, por lo menos, tres artículos-deberes de la Carta, quien todavía funge de Presidente de esta atribulada República. En efecto, este escriba y cualquiera que no sea autoridad puede decir barrabasadas y esas son opiniones y responde por tales. Empero, si se trata del que ejerce la primera magistratura de la Nación sus barrabasadas no son meras opiniones sino actos vinculantes que, en este supuesto, llegan a tener, incluso, consecuencias internacionales. Hace años un jefe de Estado francés anunció el próximo final de los ensayos nucleares en la Polinesia francesa cosa que no ocurrió y el asunto terminó en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Un apreciado extitular del TC ha afirmado textualmente que “sí se configura la infracción a la Constitución que, eventualmente, podría llevar a su inhabilitación (la de Castillo)”. Estamos totalmente de acuerdo y ojalá así sea pronto por el bien del Perú. ¡AMÉN!
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