No nos Merecemos una Oclocracia

El mensaje del presidente de la tepública que culmina con el ofrecimiento de presentar un proyecto de reforma constitucional para adelantar el fin del período congresal y presidencial, no debe llamar nuestra atención.

Pues, la incapacidad, la falta de idoneidad para el ejercicio del cargo, así como los continuos y reiterados fracasos en la aplicación de sus decisiones como jefe del Poder Ejecutivo, nos motiva a deducir que cualquier nueva propuesta podía ser presentada en el mensaje a la Nación. Como así fue.

Ha quedado demostrado que, por el estilo en el ejercicio de la función gubernamental, no prima el interés general, sino el interés personal. Se proyecta la imagen de víctima; responsabilizando de sus errores y equivocaciones a todo el mundo y, en especial, al Congreso de la República.

Para lograrlo se motiva a la población, traficando y abusando de su poco conocimiento y desinformación, a fin de que identifique como responsables de sus desaciertos a los parlamentarios. Creando así un escenario favorable que legitime cualquier decisión que afecte el funcionamiento de la democracia.

Cuando la “democracia” se sustenta únicamente en la voluntad popular, como lo dijo el propio presidente en su mensaje (“…la voz del pueblo tiene que ser escuchada…”), termina por degenerarse en “oclocracia”; es decir, en el gobierno de la muchedumbre. Que ahora la vivimos.

Hay que ser enfático; el Perú y los peruanos no nos merecemos que, por la improvisación e incapacidad en el ejercicio de la presidencia de la república, se produzca una oclocracia, producto de un nuevo populismo, del cual ya hemos tenido muchas malas experiencias. Populismo que ya ha comenzado a destruir, sin control, entre otras cuestiones, la estabilidad económica que habíamos construido.

El referéndum, como consulta popular, es el instrumento que se viene utilizando para inducir a la ciudadanía a comportarse dentro de los parámetros previstos por el detentador del poder, para la defensa de sus propios y particulares intereses.

El presidente de la republica anunció que, la reforma constitucional deberá ser ratificada vía referéndum. Al respecto, me pregunto: ¿nadie, ni sus asesores, le han dicho al jefe de Estado que el referéndum es un derecho ciudadano solicitarlo, y no un derecho del presidente ni del Congreso? Eso debe de quedar muy claro; tal como lo está en la Constitución vigente y, en particular en la Ley 26300, que es su norma reglamentaria.

Si todavía hay propósito de enmienda por parte del presidente, de no seguir cometiendo más errores violando la Constitución, hay que llamar su atención para advertirle que el referéndum del pasado 9 de diciembre se llevó a cabo violentando toda la legislación que la regula; esto es, permitiendo que lo solicite quien no estaba facultado para ello y, lo peor, que lo convoque la autoridad no competente.

Quien creó la crisis cree que incrementándola puede solucionarla. Nuevo error que le puede costar la vacancia, ya sea por infracción constitucional o por incapacidad moral. Y, al final, él se irá solo.