No olvidar a sus cómplices
Quien iba a pensar que el propio Pedro Castillo se dispararía a los pies tomando la decisión de dar un golpe de Estado con cero respaldo, producto de su desesperación y angurria de poder, creyéndose todopoderoso; esa soberbia que al final le pasó la factura con la deslealtad de su gente mas cercana. El dictadorzuelo fue el tonto útil de su Corte de lambiscones quienes supieron aprovechar muy bien su incapacidad innata que lo llevó a depender del consejo de gente delirante y acostumbrada a vivir al margen de la ley, a confiar en empresarios que sabían como usar la puerta falsa para contratar con el Estado. Siempre creyó que sus asesores le serían fieles hasta la muerte, que robarle a los peruanos iba a ser fácil y que nadie lo iba a traicionar si los callaba con su “tajada”.
Hoy debe rendir cuentas a la justicia. Verlo declarar ante la Fiscal de la Nación a quien insultó y desconoció su autoridad, es la fotografía con la que será recordado. Eso sí, el no estuvo solo, tuvo cómplices que lo ayudaron desde la estrategia, la planificación y el desarrollo de cada uno de sus actos. Porque aunque las ratas saltaron del barco, no pueden escapar a su responsabilidad. Todos sus ministros que lo acompañaron guardaron silencio y respaldaron la inocencia de Castillo hasta el final, pusieron las manos al fuego por su integridad moral, calificando de golpistas y clasistas al Congreso, a la prensa y a todo aquel que se atreviera a dudar de la integridad moral de Castillo.
El artículo 128 de la Constitución es claro: los ministros responden individualmente por sus actos y por los actos del Presidente que refrenden, son responsables solidarios por actos del Presidente que sean violatorios a la Constitución y a las leyes, a no ser que renuncien de forma inmediata. Recordemos que el Acta del Consejo de Ministros fechada el 24 de noviembre, tuvo como único punto de agenda la interpretación del rechazo de plano de la cuestión de confianza como una denegatoria de la misma, afirmando que se había producido la crisis total del gabinete. Este acto de manifiesto desacato a la Ley 31355 y evidentemente inconstitucional, fue firmado por todos sus ministros con excepción de Dina Boluarte quien posteriormente presentó su renuncia al cargo de ministra del MIDIS.
Aníbal Torres y todos los ministros de este último gabinete son pasibles de ser denunciados por el delito de falsedad ideológica. ¿Qué medidas se han dictado para impedir su salida del país?. Ellos, que han ejercido tal altos cargos no deberían volver a la función pública porque la carencia de ética esta por demás probada con su consecuente complicidad durante todo el tiempo que se mantuvieron en el cargo y rotándose en los ministerios. Con su silencio y defensa cerrada de las fechorías de Castillo, nos privaron de nuestro derecho a la verdad. Y eso, no se olvida ni se perdona.
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