ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

No te preocupes de llegar a viejo, lo importante es no llegar en vano

Imagen
Fecha Publicación: 01/11/2023 - 22:20
Escucha esta nota

La vejez es un estado existencial inexorable, que no lo podemos evitar ni con cirugía plástica. El ser humano se basa en una trilogía: nacimiento, vida y muerte; y a la muerte le precede la vejez. Lo importante es haber sembrado y cosechado cosas buenas para uno mismo y para los demás, que constituya un aprendizaje de vida a imitar.

Muchas personas le tienen miedo a la muerte por el estado de supervivencia que es parte de la naturaleza humana, pero todo tiene su principio y su final, no somos simplemente materia, somos energía que flota en algún lugar del espacio que la podemos percibir cuando nos acordamos que pasaron por la vida terrena, por determinadas acciones que tuvieron que asumir o cuando los visitamos en el sepulcro, salimos reconfortados espiritualmente y quien diga que no, no siente nada, es como arar en el mar, empero, la estructura de la persona humana esta llena de emociones, sentimientos, recuerdos, que recordar a los que se fueron es volver a vivir las buenas actitudes.
La pregunta es, “¿estamos preparados para la muerte?”. Algunas no, otras sí, mucho depende de la percepción de la vida, que hemos hecho por la vida, por supuesto, si algunas personas no han hecho nada por la vida son seres inertes, intrascendentes, son referentes de nada y se les recordara por nada, viven por vivir, les da lo mismo vivir que morir. En cambio, las personas, desde que tuvieron uso de razón, percibieron la vida en forma constructiva de acuerdo a la edad de su desarrollo, siempre pensando en dejar un legado, no solamente material sino espiritual, preparados para cuando dejen este mundo están preparados para el más allá, porque son conscientes de los límites de la vida humana y serán recordados por la familia, hijos, nietos, amigos, alumnos, porque supieron calar en el fondo del corazón de los humanos.

Recuerdo a mi señor padre, que dejo este mundo terrenal a los ochenta y cinco años, letrado y maestro, sabía escuchar a los clientes y alumnos, se preocupo siempre por el prójimo, a sus hermanos siempre los apoyo para que sean personas buenas con sus hijos y los hijos de sus hijos, hay dos aspectos fundamentales que recuerdo siempre, se preocupó por la educación y alimentación de los hijos, los apoyo para que sean profesionales, nunca les dijo sean abogados, nosotros mismo decidimos serlo. Recuerdo, que estaba en el último año de la secundaria y lo ayudaba en el estudio, arreglando los papeles, haciendo un escrito sencillo, le dictaba lo que él me indicaba, llevaba los escritos al escribano y me entregaba el cargo y lo archivaba en el expediente, recuerdo mucho, que cuando iba a dejar los recursos al escribano, me decía, si te solicita actuaciones dile que el cliente va a ira a visitarlo y así lo hacía, me llevaba a escuchar los informes orales que realizaba y me decía, “cuando estés en los tribunales, nunca te sientas más que un juez, pero tampoco menos”, esas palabras las tengo grabadas en mi pensamiento y corazón. Siempre que tengo que informar oralmente recuerdo a mi padre por su lenguaje sencillo, didáctico, comprensible y persuasivo; me decía, siempre que hagas una petición al Juez, hazlo siempre pensando que va a resolver favorablemente, nunca hagas un recurso pensando a ver que resulta porque denota desconocimiento del caso, el abogado debe ilustrar al juez, para resolver los intereses en conflicto.
El caso que he expuesto es un claro ejemplo de un ser humano que llegó a la vejez, pero no en vano, como muchas otras personas que se valoraron. Fíjense cuan importante es la autoestima de la persona para tener una capacidad, actitud y entrega a los demás partiendo de uno mismo, por esos se dice “vales por lo que eres” y no por las apariencias de lo que no eres, siempre hay que estar en la búsqueda de la autenticidad del ser humano.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.