Nuestra diplomacia está perdiendo peso
Es indiscutible que el expresidente Pedro Pablo Kuczynski demostró una descollante iniciativa y liderazgo alrededor de la corriente antidictatorial latinoamericana respecto al régimen chavista que encarna Maduro. La mano del entonces canciller Ricardo Luna, un destacado diplomático, tuvo mucho que ver en aquella delantera que entonces adquiriera el Perú en torno a la protesta regional a favor del retorno de la democracia en Venezuela y en contra la tiranía de Maduro.
Aún más. Tal fue el protagonismo desplegado por nuestra diplomacia que, a instancias de Torre Tagle, se citó el 8 de agosto de 2017 a una reunión en Lima de cancilleres latinoamericanos. De aquella reunión surgió el llamado Grupo de Lima, una instancia multilateral para dar seguimiento y buscar una salida pacífica para la crisis de Venezuela. Aquel grupo lo conformaron inicialmente Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, México, Panamá, Paraguay. Perú y avalado, entre otros países, por Estados Unidos. Inclusive en todos los foros mundiales a los cuales asistía el expresidente Kuczynski colocaba en agenda el delicado asunto venezolano.
Pero desde que Martín Vizcarra accidentalmente asumiera la presidencia del país, simplemente Perú perdió todo su liderazgo en el Grupo de Lima. Cancillería trata el asunto con cierto desdén, y el presidente Vizcarra lo soslaya en forma evidente. Acá y en el extranjero. Ocurrió hace poco en España. Tanto así que, no obstante que nuestro país reconoce al gobierno que preside Juan Guaidó, este se encuentra en gira por diversas naciones sudamericanas –empezó en Colombia, donde últimamente sesionó el Grupo de Lima para adoptar medidas frente a la seriedad que han tomado las cosas en Venezuela, siguió por Brasil, luego Paraguay y Argentina, desde donde se ha trasladado a Ecuador. Todos estos países invitaron a Guaidó durante la conferencia llevada a cabo en Bogotá, para hacerle sentir el apoyo de sus ciudadanos al retorno de la democracia en Venezuela. Pero ¿qué ocurrió con el Perú, impulsor del Grupo de Lima? Pues resulta que nuestro país no estaría en el itinerario del presidente Guaidó. Según expresó el propio Guaidó, ya en suelo ecuatoriano, “Ya evaluaremos cómo sigue el viaje”. Por su parte Carlos Scull, quien representa en el Perú al gobierno de Guaidó, manifestó que “No está planteada una visita aquí por un tema de agenda y logística que sería complicada”. Torre Tagle no debería quedarse tan catatónica ante semejante desplante. Salvo que tenga instrucciones en contrario de Palacio, debe desplegar todo su esfuerzo para recuperar el liderazgo peruano en el Grupo de Lima y lograr que Guaidó incluya al Perú en su gira.
Pero la torpeza de la diplomacia peruana –dirigida personalmente por el presidente Vizcarra– no queda ahí. El pasado jueves, en Madrid, el canciller Néstor Popolizio arremetió contra EE.UU., al sostener que “El liberalismo ya no guía la acción de Estados Unidos. Hoy lo hace su discurso populista y proteccionista.” Verdaderamente preocupante y desconcertante rumbo el que viene tomando nuestro país en el concierto de naciones. Ninguneando a la oposición venezolana y poniendo en entredicho nuestra perspectiva ante EE.UU.