Nuestra universidad en serios problemas
En Ica no se habla más que de los hechos denunciados el domingo último por el Programa “Punto Final” bajo la conducción de la periodista Mónica Delta, acerca de supuestos actos de corrupción en la Universidad Nacional “San Luis Gonzaga” (UNICA), respecto a irregularidades en la obtención de grados y títulos en una de sus facultades, lo que ha dado pie al anuncio de la Sunedu de “iniciar acciones de supervisión para esclarecer los hechos y entablar las acciones legales contra quienes resulten responsables, tanto en el ámbito administrativo como en el plano penal”. Así como la revisión de los grados y títulos de la Facultad cuestionada, que pudiera acabar en su nulidad.
Dichos anuncios han sido bien recibidos por la opinión pública, sobre todo porque pretender que sea la UNICA que se investigue a sí misma, sin ningún tipo de supervisión, hubiese generado desconfianza y sus resultados muy posiblemente no aceptados, pero siendo que será el propio ente rector del servicio educativo universitario el que hará el seguimiento de esa fiscalización (Sunedu), nos hace abrigar la esperanza de que no habrá impunidad, en caso se compruebe la veracidad de la denuncia periodística.
A la indignación generada a los iqueños de la posible existencia de mafias en la expedición de grados y títulos en su alma mater (lo es también de esta columnista), se ha sumado el temor de que la UNICA pierda su legalidad al no alcanzar su LICENCIAMIENTO, otorgada por la Sunedu y de carácter obligatorio; temerariamente ni siquiera ha superado la primera etapa de este proceso, al sólo contar con seis de los 36 indicadores que se exigen, según informó su superintendente Martín Benavides. Situación desconocida por la ciudadanía. Si la San Luis Gonzaga no logra su licenciamiento será una tragedia para todos los iqueños y residentes de esta tierra, que sienten suya su universidad, ya que ésta nació en cabildo abierto por su pueblo un 18 de febrero de 1961.
Bien el superintendente Martín Benavides, dando la cara la noche misma del reportaje del periodista Roberto Ramírez. Mal el decano de facultad y rector de la UNICA que se negaron en todos los idiomas a responder a la prensa, no entendiendo que la ciudadanía esperaba de estos un deslinde claro y contundente, declaraciones que tardaron 48 horas de conocidos los hechos.
Por lo pronto, hacemos un llamado a la Sunedu, en el sentido de que la comisión investigadora que se ha creado en la UNICA dice que hará su trabajo “en el más breve plazo”, lo que resulta inaudito ante tamaño escándalo, ya que debe precisarse con exactitud la fecha en que tal comisión determinará los sucesos y responsabilidades de todos los involucrados en los condenables hechos que han manchado la honra de la universidad y de toda su comunidad, daño moral irresarcible.