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Nueva crisis ministerial

Fecha Publicación: 18/02/2020 - 20:10
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En los regímenes democráticos parlamentarios es hasta normal que se produzcan con alguna frecuencia las crisis de Gabinete, sea por pérdida de confianza o censuras. Incluso, en el caso de España, se dan gobiernos que no llegan a investirse durante meses y deben gestionar la cosa pública de manera interina y con poderes limitados. En el Perú, cuyo modelo democrático constitucional resulta un curioso híbrido, también hemos navegado muchas veces entre crisis ministeriales originadas por mayorías miopemente obstruccionistas como la que provocó la disolución congresal del año pasado. Sin embargo, lo que es todo un récord es la crisis ocurrida hace unos días autogenerada por la incapacidad política del Ejecutivo y en pleno interregno parlamentario. Un verdadero disparo a los pies o peor.

Aunque el disparadero empieza con la torpe remoción del procurador ad hoc para el caso Lava Jato a quien incluso le agradecen por los “servicios prestados”, habría que ser un tonto de capirote para no prever que este cese traería cola del tamaño de un cometa. Al abogado del Estado se le cesó por reunirse con los “delincuentes de Odebrecht” (OD) -que, ciertamente, es una organización criminal-, pero resulta que esa reunión fue facilitada, conocida o autorizada por los ministros de Energía y Minas y de Justicia además del premier y, quizás, hasta con conocimiento del propio jefe de Estado. Consecuencia: renunciaron los dos primeros y el locuaz primer ministro sigue en el cargo no sabemos por cuánto más.

Pretender sostener que ello no es una crisis o que estos dos cambios en el Gabinete no obedecieron al efecto OD es una tomadura de pelo. Los otros recambios en el Consejo ministerial (v.g. carteras de Transportes y Comunicaciones y Educación) se acomodan a la “coyuntura” más en el primer caso cuyo titular arrastraba serios cuestionamientos públicos mientras que en el segundo el motivo no termina de entenderse. Empero, lo que deviene en insólito -por decir lo menos-, es el nombramiento de la nueva y “rehabilitada” ministra de Energía y Minas que salió mal parada durante el malhadado régimen humalista y que, posiblemente, será de corta duración. ¿Otra crisis a la vista?

La verdad uno se pregunta si alguien asesora al primer mandatario o si este solo se mueve al ritmo de las volátiles encuestas. Y todavía falta casi año y medio de gobierno y ahora sí con Congreso. Mamita. ¡Amén!