Nueva embajadora de EE.UU.
Recientemente, la inteligente exembajadora de Estados Unidos en el Perú Lisa Kenna “quien ha sido crítica con la actuación de Castillo y ha mostrado su apoyo al nuevo Gobierno de Dina Boluarte”, según informa la agencia EFE, fue reemplazada por otra colega, Stephanie Syptak-Ramnath, quien viene a ocupar el cargo de Embajadora designada por el presidente James (Joe) Biden, después de desempeñarse ejerciendo el segundo puesto en la delegación norteamericana en México.
La misma fuente indica que la representante del Tío Sam “llega a un país que atraviesa por una severa crisis, tras un ‘intento’ de –más bien tras un auténtico fallido– golpe de Estado y posterior destitución del hoy exmandatario Pedro Castillo”. Para ser más precisos, del golpista, ágrafo y corrupto Pedro Castillo. Complementando la información de EFE, Syptak-Ramnath está graduada por la Universidad de Georgetown, Washington, y galardonada con varios premios por el Departamento de Estado. Antes de unirse al cuerpo diplomático, trabajó para la Marina estadounidense.
Pero resulta que la flamante representante de la Casa Blanca viene con la espada desenvainada, para batirse contra quienes estamos a favor de la formalización, incluido el pago de impuestos y la fiscalización de actividades que involucren ingresos y/o gastos a las ONG, para que obligatoriamente sean fiscalizados por el Estado. Justamente durante su primera entrevista –vía un medio radial ligado a las oenegés–, la embajadora habló con detenimiento sobre las ONG, destacando “su importancia como base para toda democracia fuerte (...) Hasta en Estados Unidos tenemos políticas bajo las cuales funcionan dichas organizaciones ”.
Nos gustaría conocerlas, estimada Embajadora, para en todo caso proponer al Congreso algo semejante. Pero ella volvió a la carga con el monotema de las oenegés: “Considero que las ONG son cruciales para una democracia fuerte. Pero estas deben regirse con políticas que funcionen, para que puedan cumplir su rol con libertad. En cualquier democracia, sobre todo en EE.UU., necesitamos libertad de prensa para la sociedad civil; porque el gobierno no puede hacerlo todo. Necesitamos que todo el pueblo ayude. Y la sociedad civil es parte del pueblo; es parte de lo que necesitamos para tener una democracia fuerte, que funciona (...) En Perú, la USAID tiene un presupuesto de más de 60 millones de dólares cada año, y trabajamos por las ONG en Perú. No podemos hacer nuestro trabajo aquí sin unas ONG fuertes, que puedan funcionar(...)”, no se trata de una “injerencia”, dijo, agregando que EE.UU. tiene políticas para que funcionen esas organizaciones.
“Hay que sentarse con las ONG; ver cómo puede asegurarse su transparencia y buena conducta guardando las posibilidades de que jueguen un papel crucial en cualquier democracia del mundo”, concluyó la embajadora Syptak-Ramnath.
Es evidente que este asunto de las ONG está en el primer capítulo del texto que trae como biblia la poderosa representante de Washington. Repetimos, si la embajadora norteamericana pudiera ilustrarnos facilitándonos los preceptos legales, las regulaciones fiscales y los dispositivos tributarios que aplica su país para las ONG, serviría de un buen punto de partida para estudiarlos.
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